Jorge Chicati Copyright

sábado, 8 de febrero de 2014

Hilos de vida.



El viejo extraño tenía algo en la mirada. Siempre estaba lejos, mirando sin mirar en la distancia, en la dirección en que se pierde el sol. La ventana es la atalaya desde la cual despegan sus ojos como un papalote, tras élla se refugia del mundo y su violencia.

Un papalote sencillo, simple, hecho con hojas de cuaderno, hecho con pedazos de periódico, hechos con papel de china, sostenido a la tierra por un hilo cuyos pedazos estaban atados por nudos bien elaborados, de forma tal, que no estorbaran ni causaran problemas a la hora de enrollar o desenrollar el hilo. Por carrete tenía un palo simple de alguna rama de árbol, de algún palo de escoba.

Se mueve en el cielo igual que un gran pez en el agua, aprovechando las corrientes; temerario, peligroso, amenazante.

La cola larga se mueve majestuosa, pedazos de camisas y trapos, ligeros y largos igualmente unidos con nudos que parecían moños de colores.

Ojala se vayan los recuerdos con esos pedazos de trapo a algún lugar donde algo interesante este sucediendo, ojala lleguen al sol y ahí se quemen todos los malos recuerdos, ojala ahí renazca cual ave fénix.

Al final de aquella larga cola, se ataba una navaja de esas, que hace mucho ya no se usan para afeitar; una gillete.

Había otros que también volaban papalotes, eran muy hábiles y pasaban la peligrosa punta de cola, cerca de las líneas de hilos cortándolos y se iban adelante en una guerra que solo daba más emoción al hecho de volar muy, muy lejos, más lejos que todos los lejos. Sentir la fuerza del aire queriendo arrebatar la mano y al ser dueño de ella.

Muchos colores en el cielo, muchos seres sintiendo la misma sensación, solo jugando a ser niños. Desde lo alto del cerro en el cual vivía, podía ver lo alto que llegaban los papalotes de los de abajo, podía saber de qué tamaño eran sus papalotes, de que grueso eran sus hilos.

Para llegar alto se necesitan hilos gruesos, que aguanten los jalones del viento del sur, ese viento constante que viene del mar, ese viento fresco y con brisa. Ese viento que no remolinea como el viento del norte cuya estampida puede agarrar a cualquiera por cualquier lado, ese no sirve para volar papalotes, por eso esperaba los vientos de la primavera, suaves y constantes en su rumbo, amables de tal manera que en un solo jalón largo se elevan sin dificultad.

Verlo caer un poco y darle jalones que lo empujen a las corrientes superiores, hasta que llega arriba, hasta donde se acaba el hilo, cuando casi parece perderse de vista, eso son los grandes, los que casi nadie ve y cuando bajan entonces parecen ir creciendo y se ven más coloridos, mas fuertes. Han estado allá arriba, han luchado y jugado con el fuerte viento de las alturas, son hermosos!


Cuando está arriba, solo lo mantiene sin dejarlo caer. Dándole periódicos jalones y soltarle piola para que siga subiendo. Mantenerlo siempre arriba consistía en darle jaloncitos cortos y seguidos.


Arriba hasta arriba!

Mándale una carta!

Mandaba cartas para arriba, cartas que subían por el hilo. Pequeños hojas de revistas, las policiacas eran perfectas, eran casi cuadradas, se iban más parejo, subiendo por el hilo del papalote. A veces no había de esas pero tenia de Kalimán, de Memín pinguín, de El Santo, de Juan sin miedo, de Hermelinda linda, cualquier hoja de revista servía para este propósito.

Mándale una carta!

Les hacia un hoyo en el centro donde pasara el palo del hilo y así las empujaba  con la mano hasta donde el aire comenzara a  empujarlas mientras él le daba otra vez, pequeños jalones a la piola, con lo cual ayudaba al viento y a la carta a seguir subiendo, hasta llegar al papalote.

Con buen viento mandaba una carta tras otra y le divertía ver cómo iban subiendo, tal vez debió escribir algo. Tal vez si llegaban a donde alguien las leía. Tal vez solo basto con pensarlo. Las cartas a veces se perdían de vista, eran muy pequeñas para sus débiles ojos.

Era ciencia de niño; elaborar bien el papalote, medir bien el hilo que serviría de brida, elegir bien el peso y largo de la cola, correr en el momento justo, elevarlo, jalar, soltar piola o enrollarla.

La ciencia del niño que un día fue, la ciencia del niño que descubría los secretos del viento y sus sonrisas, la ciencia del niño que hoy guardaba dentro de sí.


Un papalote!  


Cuando jugaba, le gustaba imaginar que la tierra iba girando y su papalote se podía ver en lo azul del cielo, como parte del universo infinito. Ahí volando, igual que un avión, igual que la luna, así de grandes los sueños, así de grande se visualiza ahora.

El se sentía un papalote, podía sentir el aire y su cuerpo atado a un hilo que lo sostenía atado a la tierra para no perderse, para que no lo jalaran los colores de aquella oscuridad llena de luces moviéndose.


Atado por el pecho, los brazos extendidos. De los hombros y el tronco de su cuerpo se amarra la brida. Las piernas extendidas y de su cada uno de sus pies, un hilo que los une y en cuyo centro de amarra una larga cola de colores y sin navaja que corte o haga daño a nadie.


Desde arriba él podía ver todo, podía sentir el no estar arriba o abajo, solo el jalón y la velocidad a la que la tierra se desplazaba girando, rotando, bailando como en una danza dentro de un rehilete lleno de pólvora quemándose en algún castillo de fiesta de pueblo. Viéndose como parte de un gran castillo donde muchos rehiletes y  una gran diversidad de luces lo saludan mientras él sigue atado a una piola que algún niño sostiene firme y alto.


Su pelo libre, sus ojos llenándose de las formas y figuras escritas en la historia de la tierra, ríos que desde las alturas parecen arboles saliendo del mar, el azul intenso del mar tan absorbente, tan relajante, ver el sol pasar tan cerca mientras la tierra gira alrededor de él.

Un papalote, recibiendo cartas que preguntan: como es el cielo? como se siente no estar sobre la tierra?


Volar, el siempre quiso volar y lo logro. Ahora volaba desde esa ventana, por la que siempre dejaba ir sus pensamientos, su mente, su imaginación; Se iba.


Cuando pescaba, podía mirar donde empezaba su imaginación y la realidad. La imaginación era parte de la pesca, comenzaba cuando la piola se metía en el agua, después de eso solo sus manos y su mente lo ponían en contacto con aquella piola que terminaba con una plomada y dos anzuelos llenos de una rica y suculenta carnada, un trozo de sardina que él podía ver en el agua, dispersando su aroma igual como el humo de su cigarrillo se dispersa en el aire, así imaginaba, podía tocar el olfato de los peces, provocarlos, atraerlos al anzuelo y entonces ya todo dependía de sus manos, de la velocidad en que estas reaccionaran mientras  el  pez introducía el  pedazo de sardina en  su  boca , la misma  que escondía el filoso anzuelo el cual había mojado antes con su saliva  en  un acto de fe, como el  católico que se persigna  al salir de su casa encomendándose al jefito.

Jálale!

Sentir la tensión y la fuerza de un jalón, menos de un segundo en que toda la conciencia está en la manos, en el sentido del tacto.

La fantasía es magia! Pide al universo lo que quieras! Solo deséalo! Nada es imposible para el universo.

Jalar y jalar la caña levantándola mientras su base se apoya en la pierna, ir bajándola mientras la mano derecha gira la palanca del carrete. Volver a levantar la caña, midiendo la fuerza del aun pez; podría romper la piola.

Levantar, bajar, enrollar piola. Levantar, bajar, enrollar piola.

La fantasía vuelve a sus andadas, imagina un pez grande, la caña se dobla mucho, tal vez una cabrilla, jalan mucho, se defiende, puede ser un lenguado grande, mas grande que todos los grandes.

Los demás esperan poder ver que es, para usar el gacho que pocas veces se usa. Si es grande será difícil sacarlo del agua y puede reventar la piola, hay que engancharlo aun en el agua, ya de cerca.

Gancho! Gancho!


La imaginación sigue, tal vez una manta!

Gancho! Gancho!

La corriente saliendo del estero es fuerte, la marea está bajando, eso también hace que la línea se sienta pesada.

Levantar, bajar la caña, enrollar carrete.

Si, ahí viene! ya se acerca, se ve el movimiento en el agua y por fin se puede apreciar el pez,
No es uno, son dos!

Con razón, jalaban duro, lenguadito de dos órdenes y una cabrilla de orden.

Ahora, solo dar gracias al mar y a los pescados, ya salió la botana. La fuerza de esos seres se unirá a una conciencia humana. Vida más vida.

Asi aprendió a jugar con la fantasía, para crear, para usar su poder de atracción, jalaba a los peces, imaginado que las cosas pasaban primero en su mente y su mente aprendió a bucear sin mojarse.

Hoy volaba en el aire!
Alegre ¡
Libre!

Dejando todo allá abajo, junto aquella ventana en la cual acostumbraba también a calentar su cuerpo con los rayos del sol.

Un papalote humano, un humano girando alrededor de la tierra, atado solo por un hilo mental que lo sostenía desde una ventana que solo abandonaba cuando se iba de pesca todo el día.

Primero fueron palitos, luego conoció el carrizo, primero fue periódico y hojas de sus cuadernos de la escuela, después papeles de colores, primero uso pedazos de piola, después compro su hilo nylon.


Después dejo los papalotes y se fue volado sobre caminos, encontrando las ciudades, hasta convertirse en un perrito sin dueño, un perro de la calle, un perro que buscaba la luz, esa luz brillante que sus tiernos ojos algunas vez vieron en algún novedoso aparato electrónico cuyas imágenes tenían otros colores. Encontraría esos lugares, encontraría esa felicidad que sentía, cuando miraba las historias que frente a sus ojos y sin moverse podía observar en aquella  pantalla  cuadrada donde los mentirosos  le arrebataron el tiempo y la  vida; porque la vida estaba afuera y no sentado frente a una pantalla de colores  brillantes.

Asi salió caminando, sin nada, dejando todo atrás y mirando siempre para adelante, seguiría la ruta de los autos, de los camiones, seguro alguno de estos caminos lo llevaría a esos lugares.


Cuando se sintió lejos volteo a para ver que pequeño era el lugar donde había vivido todos estos años. Todo su mundo era ese pequeño y aburrido. Lugar donde creía que nunca pasaba nada nuevo. Estaban cansados sus ojos de esa monotonía, de siempre lo mismo y lo único que hay: una pantalla cuadrada donde la vida parecía transcurrir con más emoción, mientras él estaba sentado en el piso llenando su cuerpo de comida basura.


La carretera fue testigo de la sombra que dejó tirada a la orilla, cual una chamarra embrujada, se quito aquel miedo frio que cubria su cuerpo y que le impedía caminar, seguir adelante, así que algo se movió dentro de sí, como el que avienta una moneda y pone en el aire y en las vueltas de la moneda su suerte echada a un sol o águila.

La aventó lejos de sí y se sintió libre ansioso de conocer nuevos seres, nuevos colores, nuevos lugares y su lugar mágico.

Se alejó sin detenerse, subiendo la costa del gran océano pacifico, fue de ciudad en ciudad y se quedo en muchas por mucho tiempo, en algunas nunca se fue y se quedo para siempre como parte del paisaje urbano.


Algunas veces la sombra del miedo volvió a la carretera, pues siempre estaba a la orilla caminando a la par de él. Mientras en medio de los carriles y desafiando al destino su valor camina firme, alegre y seguro.


Tantos sabores tiene la vida que muchas veces se purgo con hierbas, tantas vueltas tiene la vida que algunas purgas fueron para el alma.


Así el perro de la calle comió al venado del desierto y el venadito, le dio conocimiento.

Perro al fin! Siguió comiendo todo lo que el camino le daba y no todo es para siempre. Algún día todo gira y lo que al principio era bueno de pronto se volvió dañino, como las aguas amargas que al principio le regalaron risas y  valor  efímero.


En la escuela del desaprender comprendió que todo es cíclico y que los ciclos los controlaba él, al menos en teoría así debía ser. Pero su vida era una hoja al viento y el viento no era del sur, el viento venia del norte, era helado, lleno de remolinos, polvo y a veces con agua.

Aprendió como lo que era, un perro de la calle y lo único que aprendió, fue que no sabía nada.


Después de eso, solo le quedaba la alegría de volver al camino, cada que huía de algún lugar donde había demostrado su ignorancia, su ingratitud, su soberbia o su pendejez.

El tal lugar que buscaba para él, no existía. Al menos no existía en los lugares, existía solo dentro de él y, se despertaba cada que miraba dentro de sí mientras caminaba.


Debía detener su camino, debía parar de dar vueltas y ya echarse.
Muchos le pedían que se echara, pero no obedecía, era un perro sin dueño, solo creía obedecerse a sí mismo.

Siempre hay una última vuelta en todos estos intentos de echarse y por fin pareció lograrlo, se echó. Por fin pareció dejar el camino. Ahora viaja en las historias del viejo, los lugares ya los conoce, solo tiene que traer las imágenes guardadas en la memoria.

Échate!
-Tengo que echarme. -

Asi que lo intento muchas veces hasta que un día se vio junto a la ventana, parado, mirando sin ver el afuera, mirando para adentro.

A veces mira para atrás en el tiempo, a veces mira para adelante, a veces mira muy lejos y muy en grande, a veces mira para arriba, evita mirar para abajo, ya conoce lo que hay ahí y decidió que no era su ruta.


Por un tiempo viejo y perro vivieron juntos, los dos solitarios se acompañaron, compartieron techo y comida, cada uno en su locura por la vida. Se abrazaron y se despidieron para seguir unidos por siempre, como uno solo, como el buen pescador que une la vida del pescado a la suya.

A veces se pueden ver a los dos en aquella habitación donde la magia vive pura, donde lo imposible no existe, donde termina la lucha con el afuera, donde la pelea es con nadie, donde solo se trata de ver lo que no se ve pero se siente, un hilo vivo con el cual todo está atado, un hilo mágico sostenido por una mano invisible capaz de crear cualquier cosa, de dar vida, de quitarla para hacerla eterna.


A veces esa habitación está llena de luz, alguna pulga del camino hace mover la pata que rasca la oreja peluda del callejero, mientras el viejo sigue contando historias de grandeza, de chingonerías, detalles que solo se logran recordar con la calma que da el tiempo y la necesidad de hablar, aunque la conversación solo sea un monologo ó con un perro callejero que parece a veces interesado en los cambios de humor de aquel viejo parlanchín, que algunas veces cuando se va de pesca, sigue elevando papalotes desde el agua y con su piola, al atorarse alguna hoja de sargazo, sigue subiendo cartas que solo llegan al puntero de su vara.

Un papalote humano, que se sostiene a la vida por un hilo delgado y fuerte que no es otra cosa más que la imaginación y la fantasía, que le permiten ver a un perro sin dueño que no existe nada más que para sus ojos.

Un papalote humano que se eleva más allá de donde los seres humanos normales se han elevado alguna vez.

Mándale una carta!
Mándale muchas cartas!

Y dale los jalones necesarios para que nunca caiga, aléjalo de los otros papalotes en cuyas puntas de cola, una navaja filosa se sostiene amenazando su libertad de volar, de seguir sostenido en las corrientes del viento de la vida.

Un papalote humano que dentro de sí, sigue volando alegre y libre como un niño por la vida…

Un niño que se emociona con los cuentos de Andorina.

domingo, 2 de febrero de 2014

Los metodos chicatianos para sacar la basurita.



Sábado 1 de Febrero del 2014, 9:04 p.m.

Misión cumplida!
Hoy fue un buen día! Se logro el éxito esperado y no es mi merito, todo viene de arriba.

Sé que ayer viernes, escribí de una manera, tal que incomodo a más de uno y que también emociono hasta las lágrimas a otros. Lo sé por los comentarios. Para mí, solo es escritura catártica.

Algunos pueden pensar con rechazo pues menciono el método que uso con las palabras y términos que se usan en AA.

Podría igual usar las palabras que me enseñaron en AM4 (asociación mexicana de metafísica, metapsicología y misticismo). Al final el proceso de des creación de realidades, no es exclusivo de ninguna corriente, el método es muy similar en muchas escuelas o agrupaciones, solo cambian los nombres pero no el fin ni la forma de lograrlo.

Que hago para sentirme mejor, para des-crear realidades negativas?

Cada ser humano vive en su mundo de realidades, cada uno ve el mundo de acuerdo al conjunto de programas  y creaciones que su mente produce.

A según me enseñaron, yo soy responsable de mis creencias, programas o realidades.
Si yo digo que algo es triste, pues es triste. Si yo digo que algo es alegre pues es alegre. Así, cada realidad va a tener la emoción que yo le dé. Es mi decisión y mi responsabilidad, independientemente de que otros pueden tener diferentes opiniones acerca de la misma realidad.

Como nace una realidad? Una realidad nace de mi opinión acerca de algo.
Por ejemplo: si una persona se cae en la calle yo puedo reírme o aguitarme, la opinión de lo que pasa me hace generar una emoción o si ya soy muy avanzado en el trabajo de mis emociones, solo me mantendré en espacio, o sea, en ausencia de emociones, solo observare sin que esto mueva mi mundo emocional pues no tendré opinión alguna, pero -ahíta el pinche pero- aun no llego a ese nivel, aun sigo creando opiniones que generan emociones a veces no agradables.

Es difícil explicar pues hace mucho que tome todos estos cursos que me dieron en tal asociación.

Lo cierto es que ahí aprendí algunos detalles de cómo funciono yo como ser humano, cosa que en la escuela oficial no me enseñaron a pesar de que estuve quince años ocupando un lugar y un asiento, a según estudiando.

Me enseñaron meticulosamente como funcionan todas las cosas, pero tal vez nadie se percato de que hay una gran laguna en la educación, la cual podría yo decir, que es el conocimiento que me dice: tu ser humano funcionas de tal o cual forma.

Las opiniones generan realidades o emociones y estas desaparecen cuando cumplen su ciclo de vida.

Así pues un día me enseñaron el ciclo de vida de una realidad.

La realidad surge de una opinión, el ser opina y esto provoca el nacimiento de una emoción cuya creación tiene como propósito su experimentación.

Si la emoción o realidad no se experimenta entonces, esta energía emocional o carga emocional estará ahí, presente en la mente, comiéndome el tiempo, pidiendo que le dé fin a su ciclo de vida el cual consiste en: crearla, experimentarla o sentirla y dejarla ir.

Experiencia experimentada, vivenciada, catarsis, des-creación de realidades, flujo emocional, tantos nombres para llamar de alguna manera al proceso de eliminación de una carga emocional. Así lo veo yo aunque tal vez no sepa explicarlo bien.

Cuando un alcohólico sube a tribuna y se abre en canal, lo que está haciendo es confrontar su mundo de realidades a las que aun no les a dado su completo ciclo de vida. Están creadas pero no vivenciadas. Lo cual provoca el sufrimiento.

La parte des creadora según los doce pasos está contemplada en el cuarto y quinto pasó. Los grupos de cuarto y quinto pasó en específico, ponen especial énfasis en la des creación de realidades. Primero se hace un inventario minucioso y luego frente a otra persona y frente a dios, el ser vivencia estas mismas realidades.

Se vive la catarsis curativa pues!
El ser llora, siente miedo o enojo para sanarse, no para sufrir.

El sufrimiento a según chicatito osease yo, viene de la negación a sentir las emociones nacidas de mis opiniones. Por lo general, las cargas emocionales que más se atoran o por las cuales sufro, son aquellas que de alguna manera denomino negativas a causa de mis programas. Por ejemplo, la tristeza es fea, es mala, es negativa.

Por ello me niego a sentirla pues mis opiniones están en contra de su proceso de vida. Así pues, me niego a sentirlas y la tristeza se queda ahí, frente a mi ser, esperando a que yo la experimente.

Hoy se que esto no es así, que la tristeza no es mala, ni fea, ni negativa, la tristeza solo es una emoción o una energía igual a todas las demás emociones.


A veces por no tener un completo control de mi ser, pues genero emociones que no me dejan estar en equilibrio. Así pues, me veo obligado a usar alguno de los métodos que he conocido en el camino de la vida, para mí es muy fácil usar, el método de AA, en otras ocasiones uso el método de la fantasía y creo historias en las cuales fluyo las emociones que traigo atoradas.

Así creo o quiero creer, que algunos poetas o músicos le dan flujo a su mundo emocional.

En ocasiones, yo mismo género las emociones con ese sentido que algunos llamamos negativo. Para qué? Pues para provocar la gasolina que me lleve a crear paisajes o historias o alguna artesanía.

Usar las emociones y no dejar que ellas me muevan a mí.
Eso sería lo ideal.

Chingón, verdad? Pero no siempre puedo lograrlo, no siempre logro tener el control de mi propio ser, pues a pesar de mis años, aun sigo aprendiendo a conducirme, a aprovechar el flujo emocional que de alguna manera es la gasolina que mueve la fuerza más grande que existe en mi: la voluntad, lo que sale de dentro de mí.

Hijoles! Sé que es difícil explicar cuando se sigue siendo un aprendiz de la vida.

Como sea, lo más importante este día, es que estoy aprendiendo a usar esa papelera de reciclaje donde mando mis emociones, ya sea de forma catártica o sentado frente a un piloto de metafais o simplemente creando algo como alguna pintura o generando palabras escritas que me ayuden a fluir, sin importar que estas palabras sean lo peor de la sin razón y una completa ausencia de hilaridad, al final lo importante siempre es, que al vaciar mi ser de emociones negativas, haga yo un llenado de mi ser de emociones positivas.

Así pues en cada escrito, subida a tribuna, pintada o cualquier otro método, el final debe estar lleno de positividad y de ausencia de cargas emocionales.

“ocupate, no te preocupes”
Norman Vincent Peale.


Sentirse bien. Dejar ese estado de inquietud provocado porque “las emociones se mueven”

Repasando lo anterior escrito, me viene a la mente ese método llamado Pranayama, un método basado en la respiración y en la fe en dios. Se dice que en algún lugar del universo dios esta respirando y que atravez del aire, se puede recibir el aliento divino. El cual metido por el método de la hiperventilación, causa el efecto de limpieza emocional y saca el cochinero atorado en el ser. Este método también lo experimente. Es muy fuerte. Hiperventilar 45 minutos entre los cuales se dan etapas en las que los recuerdos llegan y las emociones se acumulan pidiendo salir, el no hacerlo, hace que el cuerpo se entuma, los brazos se engarrotan apretando mi propio ser, amén de otros síntomas. Al fluir las emociones, la relajación vuelve. Para continuar con el ejercicio de hiperventilación. Es increíble este método, pues se puede llegar hasta niveles de transhumano. Pero como dije solo es uno más de los muchos que se pueden disponer para sacar la basurita.

En las religiones, el método es abrirle el corazón a dios o a algún representante de la iglesia, también funciona. Por ello muchas personas encuentran su paz en la iglesia.

Un claro ejemplo en la religión católica es el acto de confesión.

Lo cierto es que cualquiera que sea el método, siempre estará ligado con el ser superior, con dios, con la energía o como se le quiera llamar a ese ser creador y dador de vida al cual yo llamo jefito.

Algunas culturas y personas han utilizado alucinógenos, llámense, hongos peyote o ayahuasca, para realizar lo que algunos llaman el autosicoanalisis. 
Este método funciona también, aunque se corre el riesgo de perderse o como decimos, quedarse en el avión.

Don Juan Matus, el indio sonorense también pone atención a este tema, que como dije, el único propósito es lograr la felicidad o al menos detener la infelicidad del ser humano.

Que cada quien use el método que le guste. A mí me funciona este.

Primero vaciar lo negativo y luego llenar mi ser de positivo.

Creación y des-creación de realidades.

Se me pasa mencionar algún otro método novedoso y muy conocido. La ley de atracción. Funciona!

A mí me lo enseñaron con otras palabras:
Energía + tiempo – obstáculos= resultados

Aunque la formula la conocí de esta manera. Sé que primero se descrean lo obstáculos (realidades negativas) luego se visualiza lo que se quiere y se experimentan las emociones, que sentiría si esto sucediera? (energía). Los resultados dependerán también del tiempo mente que yo le ponga a esta creación.

Pos algo así es lo que aplico algunas veces a mi vida, para generar la simple felicidad que nace del valorar el estar vivo y entender que eso ya es un triunfo.

La felicidad es un camino, no una meta.


Igual que cualquier casa, el ser se llena de polvo, de basurita, por eso hago mis limpiezas emocionales, por eso saco la basurita. Por eso me veo en la necesidad de hacer uso de la papelera de reciclaje emocional


Esto es lo que hice ayer, y lo hice para descrear los posibles obstáculos que pudieran impedir que yo lograran los resultados que hoy se obtuvieron.


Que paso hoy?
Fue un exitoso día, lleno de sonrisas y buena venta, ese es mi secreto y ahora lo comparto con ustedes.

Ayer mis emociones estaban movidas, no podía ir a trabajar llevando tristezas, así que hice uso de este método y cambie la polaridad de mi ser.

Perdón si a alguno le moví sus emociones con lo que subí ayer al blog. Si a alguno le salieron las lágrimas, no es otra cosa más que el polvo que genera la basurita de un servidor y que de alguna manera hace que sus cargas emocionales se reflejen en mis letras.

Por ejemplo: decían mis maestros que cuando vamos a un velorio, no lloramos por el muerto, sino que lloramos porque sabemos que vamos a morir y el miedo a ello, provoca el llanto.

Pareciera muy simple, solo piénsalo y comienza a observarte. Este blog y estas notas no son otra cosa nada más que el resultado de el monitoreo de mi propio ser, en un intento por entenderme, por aprender a sacar el mejor provecho de mi.

Yo sigo observándome y sigo aprendiendo, algún día  aprenderé a sacar el mejor provecho de este cuerpo, mente y espíritu dentro del cual estoy. Mi verdadero yo esta aun más adentro de mi conciencia y voluntad. Al menos eso creo y si no es así pues al final de cuentas es mi realidad, mi decisión y mi responsabilidad, entendiendo esta última no como culpa, sino en el sentido de yo lo he creado.

Buenas noches y muchas bendiciones a todos.
Ojala esta aclaración les levante la energía y la curiosidad de preguntarse, cuantos manuales hay en el mundo que nos enseñan como funcionamos los seres humanos? como generamos la felicidad y paz del alma? Los detalles del porque creamos negativo o la responsabilidad de esas creaciones, solo es y como dije, puro chisme. El chisme es solo una intelectualización de la realidad, lo verdaderamente importante para mí, es el mundo emocional y por ello voy directo a las emociones.


Un fraternal abrazo acompañado de un perdón sincero.

El tal chicati, el ser que logro juntar sus partes  y hoy es uno.
De eso…luego hablamos.

sábado, 1 de febrero de 2014

Me llamo Jorge C. y soy un enfermo alcoholico.



Vienes 31 de Enero del 2014.
6:49 p.m.    

Triste; así me siento.
Las cosas no son como yo quisiera y la máxima de aquel rey que buscaba el secreto de la felicidad, se me hace tan lejana; “lo que es, es, lo que no es, no es”.

Por dónde empezar?
No se, ha sido una semana difícil.
He puesto música, el tema de la película “El hombre en llamas”.
Carlos Varela y su voz me acompañan.

Desde Diciembre me siento aguitado, pues en vez de causar alegría mí llamada por teléfono, causo enojo y molestia. Lo siento, no vuelvo hablar por teléfono. Pocas son las veces que recibo llamadas, normalmente soy yo quien marca para allá. Tal vez los tengo hartos por tantas veces que hable solo para contaminarlos con mis problemas, con mis pendejadas, con la maldita y bendita enfermedad.

He intentado hablar con mi padre y nunca lo encuentro, siempre anda ocupado. Nunca esta, sigo pagando karma.

En la mente, puedo ver las imágenes de mis recuerdos y  en ellas a mi padre haciendo señas a mi hermana para indicar que no le pasen el teléfono, pues el menor pide hablar con él y el no desea hacerlo. Se me quedo muy grabado y no puedo olvidar eso. Tal vez a mi me hace lo mismo, tal vez y tal vez tantas cosas, lo cierto es que hace mucho no puedo tener comunicación con él. Lo mas seguro es que solo son los generes de mi mentecita enferma.

Tantas veces repasando los números guardados en el celular y detenerme a no presionar el botón verde. Tantos números, igual al números de ausencias.

Hoy me siento solo, hoy que necesito hablar con alguien lejos de aquí, hoy siento que me lleva la verga. Hoy las lágrimas están empujando hacia afuera, pidiendo salir. Pidiendo a gritos que las libere.

Tengo deseos de marcar pero me detengo.

Un simple te quiero bastaría, pero nos volvimos tan simples, tan lejanos, tan de solo enviar alguna foto por las redes.

Ni siquiera pido un ”te quiero”, con escuchar la voz viva, con eso me conformaría.


Amigos?
Contados son los amigos y en la rueda de la vida, los amigos se vuelven como enemigos en una competencia por sobrevivir, como si unos no merecieran lo mejor.  Todos lo merecemos, todos somos hijos del mismo dios aunque a este le demos nombres diferentes. Yo le llamo jefito.

Hoy deseo morir y ya no estar aquí causando molestias, pero no puedo irme aun, el guerrero que viene en camino necesita que yo esté aquí o al menos que esta vez lo intente, para estar con él o ella. Quedarme, para no huir como hice con los otros que deje abandonados.

El karma que pago.

La misma canción se repite. Provocando una tristeza que invade todo mi ser. Hoy me doy con el látigo de los pendejos, pues prefiero con llanto sangrarme los ojos hoy e ir mañana a trabajar con energía alta, más positivo.

Esta es mi terapia. Elimino lo negativo escribiéndolo, sintiéndolo y mandándolo a la papelera de reciclaje de yo ser humano emocional.

Le hablo al jefito, le pido y se, que él me escucha, que él me ayuda armonizar las energías a mi alrededor, que la paz que pido para todos de alguna manera llegue. Sus palabras en mis oídos me hablan de la vida como una rueda de la fortuna, donde las emociones se mueven, donde hoy sufro por lo mismo que mañana me provocara risa.

Ni siquiera encuentro la hilaridad que no tengo, muchos pensamientos en mi mente. Hasta ayer jueves pude dormir realmente sin saber nada de nada, las noches anteriores fueron de mucha inquietud y en mi mente un verdadero caos bailaba sin dejarme descansar. La razón o la felicidad?

“El que es primero en tiempo, es primero en derecho”.
La razón la tengo, al menos la mía pero la felicidad no depende de ella.


Veo en mis reflejos al gran mitómano que soy, al mitómano que está ahí dormido mientras yo sigo deteniendo la enfermedad del alma.

Mitómano por excelencia, hoy me ofendo y exploto en mis emociones cuando veo a otros mentir con gran facilidad.
Mis reflejos, pues lo que veo en otros es mi propio reflejo.

Intento en lo posible callar los verdaderos hechos y los nombres de los personajes de esta historia.

No comentarios, calladito me va mejor. Se trata de resolver diferencias no de crear problemas o hacerlos más grandes. Se trata de que me canse de poner las dos mejillas varias veces pero a algunas personas no se dan cuenta que dan cachetadas y puñaladas por la espalda. Ni modo, así es la vida y aunque sé que tengo derecho a defenderme, hoy me duele el hacerlo.

Mi compañerita duerme, también ha sentido la recia emocional en que nos han traído, hemos caído en el juego de los demás y esa no era la idea, pero de alguna manera teníamos que decir: basta!

Tenemos comida, tenemos más cosas de las que pueden caber en una mochila de viajero, no nos falta nada, solo queremos vivir bien y tranquilos, pero la felicidad es un camino, no una meta.

Siempre habrá obstáculos en el camino!

Algunos más difíciles que otros, este es uno de ellos. Una piedrita en el zapato que tiene más de seis meses, una piedrita que aun no nos podemos quitar por más que lo hemos intentado.

“Nunca está más oscuro, que cuando ya va amanecer”.

Así decía mi madre, hoy me refugio en su recuerdo, pues de la familia es la más cercana en este día y sus palabras aun me consuelan.

Me gusta llorar pues se que así se cura el alma, así sale el veneno que mata mi felicidad que es lo único de verdadero valor, que puedo ofrecer a la familia: mi compañera y el conducto que viene en camino.

Callar y aguantar, no tengo de otra, aun cuando mi razón grite que “más vale morir de pie que vivir de rodillas”.

Directo a las emociones, lo demás es puro chisme.

Como me siento? Ya mejor, aunque tal vez solo siga escondiendo las palabras que se convierten en un nudo en la garganta. Hoy se trata de aguantar pues mi búsqueda de experiencias va por la humildad, el lado soberbio ya lo he experimentado y no deja nada bueno, ni las risas que causa son de alegría verdadera.

Cansado de hacer y de hacerme daño, hoy sigo firme en apadrinarme con el jefito, que es a quien le hablo. Al de arriba, al mero mero. El sabe de esto y no puedo engañarlo de ninguna manera: “…confía en él y el hará”.

Esta noche dormiré mientras El sana mi cuerpo, mente y espíritu.

Mañana espero tener sonrisas para regalar a las personas que se paren a mirarme elaborar los paisajes que El hace, mientras yo le sostengo los botes de pintura.


“Oh Kempis Kempis! Asceta yermo, ha mucho tiempo que vivo triste y es por el libro que tu escribiste…”


Tal vez sea el gris que el cielo nublado me ha regalado estos días, para que no me olvide, que también es un color cuyo opuesto emocional dicen, es el naranja, ni modos de alguna manera me contamine de tristeza.

Si algo no ha salido, seguro que esta noche llorare en sueños como últimamente me pasa cuando no fluyo todo.

Lloro como niño, lloro como adulto, lloro como el ser emocional que soy.  

Para eso me dieron las emociones, para usarlas. Algún día instalare mi antivirus emocional y entonces veré todo desde ese punto de equilibrio llamado espacio: el lugar dentro de mí, desde el cual solo observo sin sentir nada.


Por hoy, solo por hoy, sigo aferrado a usar las herramientas que me regalaron en AA. Y esta es mi tribuna.

Buenas noches!
Me llamo Jorge C. y soy un enfermo alcohólico.
No estoy curado, solo detengo la enfermedad. Me dijeron y lo sé: el alcoholismo es una enfermedad incurable, progresiva y mortal por necesidad.


Hoy le bajo con el jefe para sentirme bien y abrazar a la valiente compañera que comparte conmigo el camino de la vida, a esa que en su vientre guarda el regalo del jefito. Hoy quiero sentir calor en mi ser y con mis manos hacerle sentir a los dos que estoy aquí con ellos y que estoy bien, aunque solo sea por hoy.

Me siento mejor, mejor y mejor.
Que nadie se enchaleque nada pues en esto no hay intención de dañar. Solo estoy tirando la mierda que sale de mi, igual que cuando voy al baño, no cago para embarrar a nadie, solo cago porque así es mi naturaleza, porque tengo la necesidad de hacerlo.

Buenas noches y gracias jefito por acompañarme siempre.
Mañana será otro día y espero que me des vida para vivirlo y vivirlo bien.