Jorge Chicati Copyright

domingo, 9 de septiembre de 2012

De mis catarsis emocionales


Escribir.
Cada uno escribe lo que puede, lo que hay.
Escucho un bolígrafo raspando el papel; rápido, furioso, cortante.
Cada uno escribe cuando no se puede hablar, cuando habla consigo mismo.

Escribir; cuando siento la necesidad de decir, que hay momentos en que quiero gritar: ya basta!

Los conflictos son mi falta de habilidad para convivir con otros seres.
Y explotan, exploto o explotamos!

A chingar a su madre cabron!
Ya estuvo…y nada.

“Murió asfixiado por algo que nunca dijo”

No me gusta explotar porque no se controlarme.
Porque las cosas que se dicen sin control emocional, son leña al fuego.


Y, lo hice.
Perdi el control.


Una frase que no se detuvo, una palabra dirigida con deseos de hacer daño, de causar escosor.

Me vi tratando de detenerme a mitad de la ya comprendida palabra, el veneno estaba hechado.

Soberbia?
Si, muncha pinche soberbia, pendeja mi soberbia.
El ego se ve lastimado. Las emociones se mueven y cada lagrima contenida es un mar embravecido de energias moviendo todo a su paso, alterando los pensamientos, nublando la razón.

Bendito aquel que recicla sus emociones y sin hacer daño a nadie, les da la bella forma de una canción, con cuya melodía se culebrea el eje de mi ser.

A chingar a su madre!

Dime, o te digo?

A chingar a su madre!

Dime, o te digo?
Lo que sea pero liberemos algo de la presión que se forma en cada uno.


Liberar energía, manejarla concientemente.
Cuanto me falta para aprender hacerlo?

Se que no tengo la habilidad de manejarme a mi mismo. No conosco  todo acerca de mi.

Estoy aprendiendo.

Estoy monitoreándome (no se que quiera decir eso, pero suena chingon). Intento o al menos trato de tratar de mirarme con los ojos, con los que se ve alguno, que escribe en la hacienda.

No tengo culto por grupo alguno pero se que tienen algo de verdad los usan métodos basados en el fluir emocional.

De alguna manera nos dicen, que la catarsis emocional; es la limpia de cargas que aligera el despertar de conciencia.


Los falsos programas aun están ahí, aun hay que seguir sacándolos.
Programas que hice mios desde niño. Programas que puedo cambiar.

por eso estoy en la escuela del desaprender.


Estoy mas relajado.
El bolígrafo se hizo acompañar de una lluvia de perlas trasparentes que salian de sus ojos. El bolígrafo descansa mientras yo sigo escribiendo en la maquina.

No puedo ser buenito, pero si puedo parar de hacer daño.
Tengo que pedir una disculpa. Encontrar el aprendizaje y seguir adelante.

Que difícil es ser humilde!
Pero también, que agradable es cuando se logra apasiguar el deseo de llenar la soberbia.


Soy humano, solo uno mas entre millones de millones que ha habido sobre esta esfera azul. Porque habría yo de ser importante o diferente?

soberbia!

Ya anduve por ese camino, ahora voy por este otro donde desprogramarse es una prioridad. Asimilo y busco otras opciones.

Todos los caminos llevan al mismo punto, los caminantes son los que hacen la diferencia.

No importa si hay o no hay vida después de mi muerte, eso vale madre!
Solo tengo este momento, este presente en cuya energía me muevo y en ella puedo, al mismo tiempo, percibir un dios tan bello como todo lo que me rodea.

Todo se mueve, las emociones se mueven.
Todo fluye.
Tiempo de pedir perdón y de perdonar.
Cada uno haga lo que tenga que hacer.

Solo por eso escribo, para poner mis ideas en orden, para leerme y ver si lo que me digo es algo que puedo entender, aunque a veces: una cosa digo, otra pienso y otra hago.

Hoy trato de tratar y aunque se que no es suficiente, lo poco que hago, lo hago de corazón.

Yo, el humano, comienzo a mirar para adentro.
Soy una maquina de la naturaleza.
Soy el bonsái que se forma solo..
soy la herida que sana.
Soy la inteligencia de un ser superior..
Soy evolución ¡
Estoy vivo y soy vida!

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