Desde hoy, cuando me digan pintor,
les sugeriré que por favor y en todo caso mejor me llamen “pintante”, suena
bien, que no?
Difícil no hablar de política, digo política
por llamar de alguna manera al cochinero que está sucediendo en México lindo y
que herido!
La gran lucha del crimen organizado contra los
criminales organizados de elección popular, dizque.
La gran guerra que no es guerra entre dos
partes, sino más bien parece una buena competencia para ver cuál de los dos
mata más gente u obtiene riquezas de la manera más mañosa posible.
Robar y matar!
Por esos no los encuentran, son los mismos!
Los retenes nada mas sirven para taparle el
ojo al macho ante Estados Unidos y al
mismo tiempo para que los policías federales, en cada uno de los tantos
retenes, bajen de los autobuses a todos aquellos mexicanos, que quieren cruzar para el otro lado y, pos
les roban su dinerito de la manera más puerca y traidora en que pueden actuar,
quienes tienen la obligación de cuidar el orden y la seguridad.
Cada autobús de pasajeros, proveniente de los
estados del sur, de esos económicos que traen a la gente que trabaja en el
campo , de los de 1400 y hasta 1200 pesos de costo de pasaje, por ejemplo:
desde la sierra de Oaxaca, hasta San Quintín, Baja California.
Sales un día miércoles a las nueve de la
mañana y llegas sábado casi a la media noche a tu destino final.
Cansados, con hambre, miedo, sucios y todavía
asaltados por policías mexicanos.
Por eso no merecen mi respeto, por eso cada
que veo a alguno, a mi mente vienen las imágenes de policías que lo primero que
te preguntan es: adónde vas?, adonde
compraste tu boleto?
Si vas a algún lugar del desierto de Altar, en
el estado de Sonora, seguro te bajan. Que vengase para acá, que disque una revisión
de rutina para su propia seguridad, que saque la identificación.
Pinches perros!
Quieren que saques la cartera para ver si
llevas dinero.
-Ponga sus cosas ahí, dese la vuelta para
revisarlo.
Ajá!
Hijos de su madre! están más entrenados que un carterista de la
central de abastos.
La justicia debe ser rápida y expedita, y lo
es, rápido te sacan el dinero, mientras tu estas de espaldas lo de expedito más
bien parece ser; es un pedote federal!
Atrévete a reclamar y veras como te va.
-Jefe! Aquí me falta dinero.
- Acaso dudas de la honestidad de un policía?
-Estás diciendo que soy ratero?
Póngase trucha paisa!
Compre su boleto de autobús hasta San Quintín
y diga que va a la siembra de tomate o algo así, para que se evite lo bajen del
autobús, lo lleven a lo oscurito y le roben su dinero. El pasaje cuesta lo
mismo o tal vez unos 200 pesos más que hasta altar, pague la diferencia, le
conviene. Pierde menos lana, lo molestan
menos, hace menos corajes y así cuida usted su hígado.
Si lleva lana, lleve poca y la que lleve,
escóndala lejos de su cartera, lejos de la credencial de elector y no se olvide
dejar algún billetito en la cartera
porque si no, no se la van a creer.
Llegando a su destino, pos’ nada mas pida
parada en: esquina poste manejador! como dicen en mi pueblo.
Cual tomarles alguna foto, cual saber quiénes
son, si andan todos cubriéndose el rostro con pasamontañas o gafas de sol,
buenos delincuentes escondiendo sus rostros.
Ni cómo defenderse, ni como demostrar o tener
pruebas. Solo se debe de apechugar y seguir odiando a esos malos pero muy malos
polecias..
Que sentirán cuando se sientan en el comedor
de su casa y ven comiendo a sus hijos los alimentos pagados con el hambre y la
desgracia de otros?
Joder al jodido!
Pobres mis paisanos oaxaqueños, como los
chingan, de regreso ya es menos, pero también es toda una aventura, comenzando
con la disque garita aduanal, 3000 pesos por autobús, solo por no revisarlo y
que la gente tenga que bajar en medio de la madrugada y con aquellos fríos del
desierto.
Como cuantos autobuses chingarán por noche?
Si, dije chingarán, ni modo que diga revisan.
México lindo y que herido!
Dizque Carteles contra el ejecutivo, el legislativo, el
judicial, policías de todos los niveles y algunos malos soldados, que han
manchado como nunca esa gran institución que creímos seria siempre el gran
ejemplo de amor a la patria.
También puede que de los otros quede alguno
que sea honesto pero ya no quiero equivocarme, yo como el médico ante la
gangrena; mejor corto por lo sano.
Estoy escuchando las noticias por Milenio
Radio.
Que descaro!
Y, que humillación tan cruel debe ser; para
aquel que sea un buen periodista y que siga trabajando en esta empresa, digo,
debe haber alguno que por necesidad tenga que agachar las orejas y callar las
palabras justas, que en alguna parte se deben estar acumulando, amenazando con
matarlo de asfixia.
Que la verdad no los mate, aun tienen tiempo.
Hay una gran diferencia entre hacer un buen
trabajo periodístico, ha, solo ser la voz y la cara bonita que repite lo que
conviene a algunos.
Ya basta de prostitución periodística!
El duopolio Televisa-TVAzteca, pero sobre todo
Televisa, están pisando la cuerda floja. Su forma de proceder en el manejo de
la información, los está haciendo cómplices de todas la chingaderas que están
haciendo sus patrones, esos que les dicen, que decir y que no decir.
Los
mexicanos somos huevones hasta para hacerla de pedo, pero con tantas reformas
amañada, el chingar a “solo los que no estuvieron con Peña”, los diferencia de
salarios, jubilaciones y demás, entre gobernantes y gobernados; le están
pisando los huevos al pueblo y eso quita la flojera porque la quita!
Uff!
Tantas razones!
No vale
de nada, tal vez ser buen periodista, cuando solo eres un empleado más.
Trabajo periodístico?
El de Carmen Aristegui, digo, al menos es más
imparcial y profesional.
Se juega la vida, lo sabemos muchos. Es de las
pocas periodistas de conciencia, de esas, que no se quedan calladas.
Esos son huevos!
Por algo dicen, que las mujeres tienen dos o
varios.
Hoy anduve por Tijuana. Me toco ir a comprar
cartón para pintar.
Una cuadra antes de que me bajara del taxi
colectivo en la Tercera y Madero, vi unas patrullas llenas de detenidos, tal
vez diez ó más en la batea. Como animales, así los transportan.
Caminando por la calle Segunda, muy cerca del
Santuario de Guadalupe (creo así se llama) volví a encontrarme con otra
patrulla igual de llena de gente en la batea. Así son las razzzias de hoy.
Dos policías estaban en la banqueta, junto a
lo que imagino es un negocio de bolear. Revisaban un maletín o portafolio lleno
de papeles.
-Que no volteen! Que no volteen!
Mi mente parecía gritar a causa del miedo
dentro de mí. Sí, lo acepto, le tengo más miedo a la policía que a los
delincuentes.
Mientras caminaba frenando la velocidad de mis
pasos, hice todo un análisis de las causas de mis miedos y de alguna manera el
nombre de Dios era repetido por ese sonido o voz interior que dentro de mi
pidió ayuda y protección para no ser atacado o asaltado.
Sí, mi conciencia, se fue de inmediato a la
cartera que guardé en la bolsa delantera izquierda de mi pantalón.
-Nuestros últimos pesos no se pueden ir así
nada mas, son lo último que tenemos para comprar cartón y, sin cartón no se
pinta.
Miedo a que?
A que tengo una barba que crece de forma
natural y como dios me la dio. Además de que evito el ser un consumidor de
rastrillos. El ser humano necesita detener la destrucción del planeta y el
consumismo es el mayor responsable.
Pelo largo, amarrado pero pelo largo.
Tennis sucios y con manchas de pintura.
Pantalón negro con algunas manchas de pintura
blanca, de cuando se pintó el local.
No soy güero y con rostro de bien comido, así
gordito y cachetón como los diputados eso que seguimos engordando.
“…Nanga
ti feu…”
A huevo!
“…yo
soy un feo,
un
feo que sabe amar,
con
todo su corazón y
que
te quiere de verdad…”
Como dicen en mi tierra; “dijera el otro, soy
un bellísimo, autentico y autóctono ejemplar oaxaqueño!”
Si o que?
Pos’ todo esto, la apariencia física e
inclúyanle la mirada de desconfianza, seguro me hace un ser dentro del grupo de
vulnerabilidad que los polis buscan cuando les exigen llenar las cárceles y así
bajar un poco la presión que la sociedad hace cuando los asaltos o hechos
delictivos graves se hacen más constantes.
Sí, hoy salí de “acá en la montaña” y con
miedo y todo, me fui a Tijuana a comprar cartón. No es Tijuana en sí, Tijuana
ahora, es un lugar tranquilo entre comillas, eso comparándolo con otras
ciudades de México y, con su propio pasado.
Tal vez solo soy yo y mi mentecita enferma, lo
que me hace vivir estas pato- aventuras o al menos dejar constancia escrita.
Tal vez los demás están de acuerdo en que se negocie el petróleo mexicano de
forma tan riesgosa, que la gasolina sea más cara que en los Estados Unidos, que
se recorten muchísimo los derechos de los trabajadores, que el pago por hora
sea de menos de siete pesos cuando el pasaje esta a más de diez pesos en esta
zona.
Tal vez, yo estoy loco y no creo en una
reforma educativa o el mínimo interés de que los mexicanos tengamos una
educación de excelencia cuando el gobierno pretende reducir el dinero destinado
a las universidades.
Tal vez soy yo el único que ve en los
maestros, a los héroes que se atreven entre tanta muerte extraña pero no tanto;
a enfrentarse con el gran moustro de la corrupción el mal gobierno.
Tal vez soy yo, que en mis alucines o delirius
tremens, veo a un líder petrolero muy rico e inexplicablemente intocable.
Inexplicable? No sé porque me traiciona esta risita.
Sí, ya de plano. Solo yo, soy el que veo a un ex presidente con botas
que pide que se legalice la marihuana y que él le entra al negocio.
Porque cuando pudo, no lo hizo? Porque su ex
está involucrada en USA en lavado de dinero?
Pinches locos! Hay muchos de esos y yo también
por seguirles la cura. No es cierto, la verdad yo ya naci así.
Bueno pues ya me voy sino la domadora se
aguita, le llegaré cantando a ver si así me disculpa tanto escribir tonterías y
hacerlo con tantos errores.
“Antenoche
fui a tu casa,
tres golpes le di al candado,
tu no sirves para amores,
tienes
el sueño pesado.
Hay
sandunga!
Sandunga
Mama por Dios,
Sandunga
no seas ingrata
mamá
de mi corazón.
Tan
tán tarararara
Tan
tán tarararara…”
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