Es la noche,
8:51, casi mas de tres horas que oscureció. Hace un rato me acoste en la parte
mas alta de la casa,, en el suelo de la terraza. Me quede mirando las
estrellas. Disfrutando de esa quietud eterna, inmensa.
Desee caer
al espacio, sentír que estoy arriba, con la espalda al techo y abajo esta todo
el espacio, caer al universo. Se siente bien, es una sensación diferente,
ligera.
En alguna
parte de nuestro ser, esta el don de ver todo, de sentirse uno con el todo.
Había subido
muy alterado, por un momento me deje llevar al impulso de mis emociones y de
alguna forma encontré el lugar de poder. Ahí me acoste y recordé, la bahía
santa maria, alla por los cabos. Ahí dormíamos sobre la arena.
También
recordé esos viajes en troca, por la noches y regresando de Puerto Nuevo a
Ensenada., atrás de la troquita del tocayo Jorge, el carnalito de miguelito aunque le decimos maicol, asi
suena.
En la parte
mas oscura de la escénica, la mas alta, alla por salsipuedes, por el mirador;
se ve el cielo mas claro que en ninguna otra parte.
Atrás, como
perro de rico, en la batea, como me gusta, cubierto por la bolsa de dormir,
sentado y con el rostro levantado al cielo.
El frio, lo
alto, la vista hermosa de las montañas metiéndose en el profundo y frio mar.
La zona de
fallas, que me recuerdan que las placas se mueven, siempre son varios los
tramos de la carretera donde los conductores tienen que ponerse truchas, es
casi como encontrase topes en la pista.
Todo un
ambiente mágico, agréguele que a veces se puede observan durante el recorrido,
como la niebla sale del mar y va cubriendo algunas partes de esos enormes
cerros .
Las
estrellas!
Las
estrellas!
Me agrada
ver al cielo, imaginar que de pronto pasan cosas, que de pronto recibo la
energía de muchos soles, de muchos lugares.
No se como
se llaman las constelaciones, pero puedo reconocer a algunos conjuntos de
estrellas que parece estar alineadas.
Desde hace
mucho me gusta dejar la vista ahí, esperando ver ese momento luminoso que dura
un instante, solo uno. No hay tiempo de pensar en que se desea. Solo se esta
bien, solo se siente algo adentro. Algo que se mueve. Como si esa luz que vi,
se volviera parte de mi.
Ya se que
suena estúpido, pero es mi estupides, por eso mejor ni les cuento de aquellas
primeras cámaras de flash, de esos cubitos que se quemaban y dejaban a todos
como encadilados, pos…uno creía que ya con eso salía en la foto pues, ya
después me di cuenta que no y hasta la agarrábamos de cura.
Que bien se
siente después de observar un rato el cielo nocturno, es gratis, aunque no por
siempre, algún dia también nos cobraran impuestos por eso.
Hoy ya me
siento aquí, escuchando a Scorpions, me improvise la oficina, el rincón, con la
lámpara, cerca de alguna toma de luz.
Hoy es un
buen momento.
Hace tiempo
que llamo a la tierra, como la nave esférica que se mueve en el espacio, aquí
vamos, dando vueltas y vueltas, unas sobre el mismo eje de la tierra y otras
alrededor del sol. De los demás, no sé nada.
Sigo aquí,
en el primer dia del mes de diciembre del 2013, es la noche.
Tengo una
credencial que dice quien soy, tiene mi fotos y eso respalda toda la
información que de mi tiene el gobierno mexicano. Soy un mexicano. Nacido de
mexicanos.
De alguna
manera, la especie arriba de esta nave, se divide en países, todo el presente
geográfico y político, es el resultado de guerras he invaciones, del agandalle
de unos a otros.
Del
sometimiento de ser humano sobre el mismo ser humano.
Hace tiempo,
vivi la experiencia, de una epidemia de cucarachas.
Un edificio
viejo, con techos de madera, muy chida pero un poco vieja, con goteras.
En la parte
de abajo del edificio, había o hay aun un bar, una estética y un cuarto. Arriba
pequeñas habitaciones en las que muchos haciamos nuestra vida.
Si, esa zona
del Bajio de Ensenada, siempre se me hizo interesante.
Total, el
primer recuerdo que tengo de haber sabido de cucarachas, fue, porque encontré
un pequeño, mueble de madera tirado abajo.
Físicamente
se veía bien.de volada mi mente lo limpio, lo lijo y le dio una pintada y hasta
vi donde lo iba acomodar. Chingon!
Pregunte por
el dueño, digo, hay que evitar broncas. Pos resulto que alguien lo tiro porque
tenia muchos huevecillos de cucarachas. Ton’s lo observe mas detenidamente.
Me dio cosa
y la mente de volada borro todo lo construido.
Días después
observe un aparato, de disco, parte de su material era translucido, se podía
mirar atravez de el y en el interior había cucarachas.
La gente
comenzó a dejar la basura alla abajo, abajo casi no se limpiaba.
Para todas
las habitaciones, había un lavadero. Ahí se lavaban los trastes sucios. Ahí,
vimos el primer problema. Trastes con comida se quedaron muchas noches ahí.
Nadie dice nada, nadie quiere problemas, yo sigo sin hacer nada.
Metido en mi
mundo, en la cueva del ermitaño urbano.
Pronto se
metieron o parecieron las primeras cucarachas. En la cocina fueron los primeros
ataques invasivos, tipo gabachos, ni quien las parara.
Fumigue
muchas veces y seguían apareciendo, en las noches era posible verlas ya por las
mesas del taller.
Hijoles!
Esos malos
habitos y la falta de espacio, me hacían comer en esas mesas. La comida caia
ahí, o ahí también se almacenaban, bolsas con alimento.
Los demás
vecinos también libraban sus batallas, fueron días, semanas, meses.
Tapaba las
coladeras, había visto como entraban, por ahí o por el resumidero del lavabo.
Diario aplicaba insecticida mata cucarachas a la puerta de la habitación.
Afuera,
junto al lavabo se podían ver una gran cantidad de cucarachas, arriba pegadas
al techo., solo salian en la noche.
Un dia me
toco arreglar la chapa de la puerta de otra habitación. Al quitar una pieza que
va pegada al marco de la puerta, me enocntre una gran cantidad de cucarachas.
casi no hay!
-dijo la persona que vivía ahí- yo fumigo con ese liquido que usan los
fumigadores de los bares.
Orales!
En las
noches despertaba dos o tres veces a matar algunas cucarachas que me pasaban
por el rostro despertándome. Dormir en el piso es muy agradable pero no con
cucarachas.
Me pasaron
unos litros de ese liquido y segui fumigando la habitación.
Las
cucarachas no se fueron. Eran mas listas y cada vez mas inmunes a los químicos
que de también hacen daño al ser humano.
Investigamos,
buscamos información de cómo terminar esta pesadilla.
Y nos dimos
cuenta que pelear contra una epidemia de cucarachas alemanas requiere de mucha
diciplina y limpieza. Al menos nos volvimos mas limpios pero las cucarachas
seguían y en algunas habitaciones los vecinos ya se habían dado por vencidos.
Por
causalidad, se desocupo una habitación que estaba mas aislada del resto del
edificio y pues a desarmar el taller, sacar todo y pieza por pieza revisar y
fumigar con ese liquido color rosa. Fue una labor a conciencia.
La
habitación a donde nos cabíamos, también fue fumigada a conciencia.
Por un
tiempo no tuvimos cucarachas.
Parecia que
por fin lo habíamos logrado.
Acondicionamos
la nueva habitación con una alacena, una
barra de desayunador, la estufa, el mini refri y un zinc o lavatrastes.con todo
y su mueblecito.
Todo quedo
muy chulito, como dicen en mi tierra.
Ya no
comeríamos mas sobre las mesas del taller.
De pronto
aparecieron las primeras. Desarmamos todo, sacamos el mini refri y lo bañamos
con ese liquido cuyo aroma ahora me pone mal.
La guerra
había comenzado de nuevo. Volvimos a cada noche tapar tuberías de lavabos y a
poner un trapo húmedo sobre la pichancha de la regadera, encima del trapo una
cubeta con agua. Volvi a fumigar fuera de la casa, las puertas, todo posible
rincón donde las cucarachas pudieran esconderse.
El choclo ya
era viejo, se estaba despegando de la pared, ahí se escondían, casi a nivel de
piso. Ahí tenían agua, por las noches buscaban comida.
Nos
acostumbramos a dejar una lámpara prendida cerca de nuestros rostros para que
en las noches no se nos subieran.
También se
escondían en el techo de madera, en aquellos lugares donde las goteras
humedecian la madera y la podrían.
Por un
tiempo les aplique esmalte transparente en aerosol. De esos botes que uso para
pintar mis paisajes. Salian todas pegajosas, y las mataba con alguna chancla o
con un pedazo de papel.
Ya teníamos
practica para mover las cosas y con pedazos de papel sanitario atraparlas y
aplastarlas con fuerza sin ensuciarse, gastamos mucho papel, matamos muchas
cucarachas. Pero no se acababan
Cuando
revisábamos los rincones encontramos algunas como bolitas color cucarachas,
parecía como si su panza, por asi decirlo, se les hubiera despegado y se
hubiera secado.
No era asi,
eran huevos de cucaracha, en cada uno venían muchas cucarachas blancas y
pequeñitas.
Eso era la
locura. A veces las bolsas ya las encontrábamos vacias, a veces nos caian del
techo a la hora de comer.
Ya eran tan
incontrolables que bajan a la descarada cuando nos sentábamos a comer. Ya lo
sabíamos, hasta parecía que les poníamos carnada. En la mesa y ya preparados,
muchos pedazos de papel sanitario.
Mi
compañerita lloraba de coraje de impotencia, yo trataba de calmarla.
Ya vámonos
de aquí!
Vamonos de
aquí!
Las cosas
económicamente no andaban bien, apenas saliamos con los gastos.
Los sabados
y domingos saliamos temprano de la habitación, nos ibamos a laborar todo el dia
para regresar cansados del viaje y casi siempre entre 10 u once de la noche.
Era de
sentir coraje, llegar, prender la luz y ver el corredero de cucarachas, asi
como hormigas, al mayoreo. Aun puedo escuchar los chanclazos, los zapatazos.
Después a preparar el papel sanitario y a abrir el baño.
Las
cucarachas no se acababan. Por mas limpieza que se hacia el problema no
acababa, sino cada dia era peor he insoportable. Ya no se podía vivir ahí. El
techo estaba muy bonito pero tenia sus detalles y por ahí estaba llegando la
mas fuerte oleada de cucarachas.
El techo
tenia una lona, que disque para que ya ni hubiera goteras. No sirvió y al
contrario ayudo a que las cucarachas encontraran el ambiente perfecto para
seguir reproduciendo.
Quítenles el
agua y la comida y fumiguen. A según, pero fallo.
Un fin de
semana nos fue bien y ya no esperamos mas. Nos cambiamos a un lugar mas cerca
de nuestro trabajo. Dejamos los pocos muebles y aparatos que teníamos. No
deseábamos para nada traernos alguna cucaracha o alguna bolsita de esas donde
vienen varias.
Fumigamos
cada tabla del taller y las metimos en bolsas grandes de platico.todo se reviso
a conciencia. Adiós refri, adiós mesas de cocina, adiós alacena, adiós tele,
adiós tantas cosas.
Al llegar
aquí, se volvió a revisar todo y las reglas de limpieza siguen. Ya han pasado
cinco meses y no hay cucarachas, gracias a dios.
Cuando veo
al Mexico de hoy, veo aquel edificio y cada habitación es como un estado de la
republica, nada mas que en lugar de cucarachas, tenemos ratotas que aprueban reformas en la noche, que hacen
acuerdos en lo oscurito, que se enriquecen sin ninguna vergüenza.
Ratas a las
que les estamos pidiendo por favor que acaben con ellas mismas.
La pudrición
es todo el sistema. Ese es el problema del Mexico cuyo pueblo cada vez esta mas
jodido mientras sus gobernantes cada dia son mas ricos.
De aquel
edificio yo me pude escapar.
De este
Mexico lindo y que herido, algún dia se escaparan las ratas, igual que hicieron
antes y cuando ya se nos olvide, volverán a para seguir chingando.
Hijoles! Pareciera
que les bajo la pila, pero no es mi intención, déjenme decirle que los
mexicanos podemos con eso y con mas, total, nunca se nos acabara el ingenio
para hacer de cualquier circunstancia un chiste. Siempre sonrientes, siempre
para adelante, con cucarachas o con ratas de dos patas, no importa.
Nunca nos podrán
arrebatar la felicidad. Jodidos pero contentos.
Y que siga
la fiesta mientras el pueblo saluda al mal gobierno.
Y como les
dice Paquita a las ratas de dos patas: me saludan a la suya!
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