Jorge Chicati Copyright

jueves, 9 de febrero de 2012

un lugar de poder

Puerto vallarta, Jalisco a jueves 9 de febrero del 2012 1:11 a.m.

Fue un largo viaje pero se movio de un puerto a otro, por fin había dejado aquel frio puerto del norte. Aquel lugar de nieblas frias e inviernos largos, aquel lugar donde algunos años el verano solo era unas fechas en el papel llamado calendario.

La música de viejos discos no dejo de acompañarlo, pues siempre tuvo la dicha de estar cerca de gente, que se rodeaba de buena música o tal vez era, que toda la música es buena.

Aquella noche se sento al filo de una banqueta y se quedo mirando en dirección al mar, aunque sus ojos en realidad no miraban nada en especial, su vista se fue perdiendo dentro de si aunque sus ojos permanecieron abiertos.

Había caminado todo el dia, todos los días. Cansado de no encontrar lo que buscaba por fin se había sentado en ese lugar.

La mirada perdida, la ropa limpia, el cuerpo adolorido, el alma destrozada. Solo aquello que no era El, parecía estar bien.


Tal vez los gritos de los autos y los locos camiones del transporte publico hubieran querido callar aquel llanto silencioso del que ningún humano cercano pudo darse cuenta, pues todos ya tenían determinado el uso de su tiempo y las actividades a realizar.

Las rutinas estaban marcadas aun cuando estas se llamaran vacaciones.

A quien puede importar alguien que se sienta en plena calle?

Alguien que rompe las reglas de la buena conducta?

Sentarse en el piso sucio? No, eso no es normal, eso es de locos.

Por fin el ermitaño urbano volvia a encerrase en si mismo. En medio del bullicio de una gran cd. Turística, el volvia a su escondite y madriguera, al lugar que había creado dentro de si.


Hundió el rostro entre sus manos y comenzó aquel soliloqui del que solo fueron testigos mudos, el aire de la noche, algunas estrellas y la luna llena.


“Como decir lo que siento cuando todo dentro esta lleno de muchas sensaciones, de muchas emociones.

Hoy quisiera no sentir nada y solo abrir la llave, que cierra el paso a mis lagrimas y vaciarme para nunca mas volver a llenarme de esto”

Unas rebeldes lagrimas corrian timidas por sus viejas mejillas.


“Tengo miedo y pena por mis sentimientos, tengo vergüenza de a mis años seguir sintiendo las emociones que etiquete algún dia como signos de debilidad.

Nada nuevo hay bajo el sol

Me repito la frase para restar importancia a mi sentir, para tratar de entender que mi mente esta loca y el centro del mundo no soy yo.

Que me importan los dos bellos y grandiosos cruceros atracados en los muelles de la marina de Vallarta,

Que me importa el pertenecer y tener una credencial de la Federacion mexicana de artesanos, cuando por mas de veinte no la he necesitado para crear las obras de lo que es mi vida.

Que me importa los trabajos que traje a exponer y en los que tanto tiempo inverti hasta verlos terminados.

que me importan los rojos atardeceres y en el cielo una luna llena hermosamente blanca y aparentemente fría, cuando el verdadero frio esta en la vaciedad de un espíritu insatisfecho.

He vuelto a sentir el yugo de las reglitas que surgen al estar bajo los huevos de mas de alguno con poder y dinero; y aun eso tampoco me ha importado.

He sentido lo absurdo de vivir en grupo y estarlo haciendo llenos de desacuerdos y problemas, los cuales son mas que aquellos buenos momentos de armonía.

No importa.


La verdadera herida esta mas alla de mis roces con una sociedad, que se va perdiendo en el consumismo de satisfactores, que lo esclavizan mas y mas a necesidades, que necesariamente son mortales en su elaboración para la madre tierra.

La verdadera herida esta en una búsqueda que parece no tener las respuestas tangibles que me exijo yo mismo.

Ya no me sorprende recibir puñaladas traperas,
ya no me sorprende ver a mi ser desbocarse en su actuar o en su sentir,

ya no me sorprendería ni siquiera la muerte a la que tantas veces veo como la salida mas fácil y el ultimo rincón donde tendría que buscar aquellas, que en su ausencia dejan un vacio que lastima en lo mas hondo de mi corazón.

Odio mis palabras sueltas y ligeras en la falta de aceptación de lo que soy, pues cayendo en mi propio engaño, pretendo creer que soy buenito.

Lastimo sin darme cuenta y aun cuando lo hago, no tengo el valor de regresar y recomponer el daño.

Soy humano, soy defectuoso y no me acepto a causa de una soberbia tan legítimamente propia.

Yo soy el malo y el culero que no acepto en los demás,
yo soy el pinche hipócrita que finge y engaña con su carita de yo no fui,
yo soy el peor de todos los seres humanos,
yo soy el mas flojo y comodo de los nuevos seres que buscan ese despertar de conciencia tan prometido por aquellos que escribieron los grandes libros.

Yo soy este que se sube a la montaña mas alta del ciber espacio para soltar su grito y sentir su propia maldad destructiva en el intento lógico de una purga espiritual, que dentro de si mismo le permita tener mas espacio en su ser para llenarlo de cosas y sentimientos buenos y justos.

He aprendido de aquellos, que en sus caminos en busca de la iluminacion, tuvieron que torcer el rumbo contra toda lógica.

Apelo a la comprensión de los asesinos que confesaron sus pecados y lloraron como niños.

Pido y necesito la presencia de los maestros que me contagiaron con esta locura que me tiene buscando una puerta que existe en ningún lugar conocido.

Acepto las risas de aquellos, que sin conocerme se burla del sin sentido de mis absurdas y obsesivas pretenciones, pues, este dia pido, la sola presencia en mi corazón del ser que todos llaman dios.

Si hoy pudiera verlo, se que no necesitaría mas del habla, se que no necesitaría respuestas pues las preguntas dejarían de existir.

Se que…existes porque eso que pido ya lo he vivido, pero era aquello tan grande, que tuve miedo y de mi salió el decirte que me lo quitaras.

Se que no estoy preparado, también se que este dia solo necesito un poco de aquella luz que venia de algún lugar y entraba en mi.

Hoy necesito un descanso, en mi caminar entre los seres humanos,

Hoy caminare entre los sueños de los ilusos y los enajenados, me rodeare por los fantasmas que mas me han acompañado en este sueño llamado vida.

Hoy me abrazo al único amor que no tengo y con mis dedos rasco la piel peluda del fiel compañero que no tiene dueño.

Hoy espero de ti, que quites los velos invisibles que no me permiten ver la belleza de lo que me rodea, la armonía de tus creaciones y el amor de mis hermanos”.

Por un momento, dejo de moquear y las lagrimas detuvieron su desenfrenada carrera, mientras con su conciencia se daba la oportunidad de sentir el aire que entraba por sus fosas nasales, lo fue siguiendo con los ojos invisibles de su interior y vio hincharse su pecho desde adentro, luego, sintió como su ser comenzó a relajarse mientras el aire abandonaba su cuerpo volviendo por el mismo camino hasta salir otra vez por sus fosas nasales.

Lo hizo varias veces, hasta que su espalda le pidio enderezarse. La enderezo. Luego retiro las manos de su cara y abrió los ojos a una realidad de la que metiéndose dentro de el, se había alejado.

Ante el volvió aparecer el interminable desfilar de carros, los ruidos entraron por sus oídos pero ya no molestaban.

Era el mismo mundo pero ahora lo percibía de diferente manera.

Su pecho seguía llenadose de aire y su ser de oxigeno.

Una voz de mujer entro por sus oídos.

-señor, se encuentra bien ?

El, sintió formarse una sonrisa en su rostro, lo levanto y dijo muy tranquilo:

-si, estoy bien, estoy vivo.

La mujer siguio su camino apresurada, intentando llegar rápido a la puerta de aquel viejo camión. En sus manos muchas bolsas llenas de cosas que había obtenido en ese gran super con nombre americano.

-Estoy vivo.

Se levanto sacudiendo un poco el polvo de su trasero y se alejo mientras sus ojos buscaban el cielo, la luna, los arboles y todo aquello que el hombre no podía crear con sus maquinas.

Se miro a si mismo y supo que el también era algo que el hombre no había creado con sus maquina,

Al menos aun el hombre no llegaba hasta ahí.

Se alejo rumbo a alguna casa de alquiler cercana, mientras se alejaba, alcance a ver a un perro negro, flaco y alegre, correteando a su alrededor.


Tal vez yo también necesite sentarme ahí, en esa banqueta, llorar y hablar, para cambiar mi percepción del mundo y mi alrededor.

Tal vez ahí, es un lugar de poder.

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