Jorge Chicati Copyright

sábado, 26 de junio de 2010

peyote,jicuri, venadito o tutu

A nada Las animas, desierto de Wadley, San Luis Potosi ; a Sabado 7 de Octubre de 1995 + o – 14:00 horas

Hoy , como a la una de la mañana , llegamos a Wadley via ferrocaril.

Es un pueblo chico y pobre. Hay un chingo de banda por todos lados, por donde camines ves a los de las mochilas.

A los hipis mugrosoS y mochileros como yo. Hay muchas casas de campaña y bolsas de dormir.

Huele a petate quemado.


Ahora estoy recostado en el pasto de “las animas “, en el sol, ya que en la sombra me da frio. Hay viento, una gran quietud y silencio. Voy a dormir un rato y luego cuento todo desde mi llegada.

Domingo 8 , Las animas + o – 9 :30 a.m.

Comensare por contar todo desde mi llegada hace dos noches.

Bien, nos bajamos del tren en Wadley, había feria y baile del pueblo, estuvimos un rato con toda la banda con la que viajamos, ahí en la estación de tren.

Por fin Javier decido que nos separarnos de las fresitas y nos dirijimos a la casa de doña Pancha , mas bien a la parte trasera en donde hay un mesquite , pensábamos dormir ahí.

Total que estaban unos compas acampando ahí, Farias , uno deDurango y otros dos.

Platicamos un rato, hacia un nchingo de frio y escarcha.

Fuimos por fin a dejar las mochilas a la casa de doña Pancha, había ahí varios durmiendo afuera y tres adentro. La casa son tres cuartos de adobe, en dos de ellos no supe que onda.


Después fuimos al centro de pueblo , mas bien a la estación a dar la vuelta y nos regresamos para cenar tortillas calentadas en las brasas y de una torta de huevo , la mitad cada uno.


Dormimos por fin en el cuarto, en total dormimos 7 personas.

Me levante al ultimo ya amanecido , conoci a doña pancha , tiene un tipo chilaquil, le vi también la cara a la mayoría de los de anoche y no se si los vuelva a recordar.

Fuimos al centro del pueblo a tomar café con bolillo y a buscar con quien encargar las mochilas, el cajón y la silla, no encontramos quien y por ultimo, pues ¡con doña Pancha.


Compramos 10 bolillos, naranjas, manzanas y platanos, los fresitas estaban todavía en la estación.

Comenzamos a caminar, al pasar por una casa Javier vio a Lola , es una señora ,le dejo su mochila y en la mia metimos lo necesario y arre.


El dice que son como 20 kilometros, yo digo que son menos, tal vez el desierto me confunda. Eran como las 10:30 a.m. cuando comenzamos a internarnos en el desierto.

Hicimos una parada, fumamos uno de los cigarros faritos y seguimos, mas adelante nos metimos o mejor dicho nos salimos del camino unos metros y comenzamos la “caceria”.

Por fin conoci a “jicuri “, no tiene espinas, y yo pensaba lo contrario. Javier tomo uno de tres, con un dedo retiro la tierra del alrededor y luego con la segueta lo corto en tal forma , que quedara parte del tallo en la tierra. Al tallo que quedo le rocio agua y lo cubrió con tierra, dice que para que vuelva a brotar.

Yo hice lo mismo con 7 , es una familia.

Uno es grande y los seis son pequeños.

Me gusto esta familia y no es mucho , según yo, ya que los tres de Javier son grandes.


Seguimos caminando, me explica que son los vigilantes y con esa historia llegamos al Vernalejo. Es un cerro muy pequeño, que mas bien parece una pirámide pero si forma, vamos , es un montículo.

Estábamos descansando bajo de un árbol cuando oi un caracol.

Si, después descubrimos que en lo alto del Vernalejo se desarrollaba un ritual. Ahí se lleva ofrenda, el ritual lo hicieron los danzantes de la ciudad de Mexico.

A los cuatro vientos o puntos cardinales, al cielo y la tierra, lo hicieron en español y en nahualt. Cantos y oraciones, escuche un padre nuestro y algunas aves maria.

Decidimos continuar y de regreso ofrendar en dicho lugar.


A lo lejos observamos dos cerros, pasando en tre ellos llegaremos al el represo o al lugar que llaman Las animas.

Si volteo hacia atrás ya no veo el pueblo, pero si se guiarme teniendo como referencia el cerro del Quemado.


Llegamos a las animas, en el cerro del Brujo hay alguien acampando, seguimos pasando a un lado de la posa. Hay agua, esta zona esta verde, hay ganado, caballos y reses,mucho pasto y el lugar esta limpio.


Hay dos campamentos en la parte de los mesquites, nos dirigimos para alla.


Por fin llegamos a la meta ¡


La primer actividad fue recoger piedras y hacer con ellas un circulo que marque el area donde vamos acampar,luego de ello, depositamos a Jicuri en la tierra, fuera del circulo. Las precauciones por si viene la ley. Nos acostamos a dormir, estamos cansados.


Desperté cuando la luna ya estaba, a una altura como la del sol a las nueve del dia. Hoy es luna llena.

En la noche fuimos a uno de los campamentos, nos invito una morra española a tomar café. Me doy cuenta que los del otro campamento ya se fueron y que han llegado otros dos viajeros.

Los dos campamentos están como a 30 o 40 metros del nuestro.

Somos una línea de camping y nosotros estamos en medio.


Ellos no durmieron, yo me regrese a nuestro circulo de piedras a dormir, tenia mucho frio, me envolví los pies con una toalla de baño, encima de ella la camisa que me regalo la Yaya y al final una bolsa de plástico, realmente hace frio.


Aun no he comido Jicuri, hablo con El para pedirle la buena guía y el buen viaje, es mi vida la que pongo en la balanza. Tengo temor y se que apuesto mi razón.


Me levante como a las 8 o 7:30, bueno, no me levante, solo desperté.

La comida ha sido poca, media naranja y un bolillo, un platano y un bolillo, en la ultima tanda, un elote asado en las brasas.

Todo eso fue ayer.
Hoy estamos en ayuno, hoy Jicuri me dara conocimientos, todo el dia lo dedico a estar física, mental y espiritualmente preparado para recibirlo.
Si algo se me olvido contar, espero incluirlo posteriormente.
Gracias por tu espacio.
*en la libreta vienen direcciones y nombres, Iolanda la española puso :martes 10-10-95 y su dirección de Barna, Espanya


Matehuala, San Luis Potosi a Sabado 14 de Octubre de 1995 + o – 7:37 a.m.
Mercado Francisco G. Bocanegra

Son mas de las 7:37 según el radio y esta ciudad aun esta dormida. Me dicen en esta fonda, que aquí el movimiento es a partir de las 10:00 a.m.


Bueno, permítanme continuar desde donde me quede.

En la tarde del Domingo pasado comi jicuri, me comi seis peyotitos con naranja. Su sabor es amargo y, la naranja ayuda en la lucha con “el venadito”.

Después de eso me fui a la fogata. Estuvimos Papo, Yolanda, Cesar, Javier, Victor, Alberto y yo.

Mi experiencia


Dire que no viaje como dicen que viajan otros.

Tuve pequeños momentos en que vi imágenes que no correspondían a la realidad que conocemos como normal. Las sensaciones y emociones fueron muy fuertes.

El sentido auditivo se disparo y parecía que las moscas hablaban, La visión también se vio alterada.


En un momento de la noche el rostro de Papo se transformo para mi, alguien dijo que vio al diablo en el y para mi fue lo contrario, Era, a según yo, el rostro de cristo.

Fue un jalon fuerte de atención.


En una ida a traer agua al represo tuve la sensación de ser yo el que iluminaba el camino, como si mi cuerpo fuera una lámpara. Ese fue mi miedo para no salir a caminar como los demás, que en su mayoría de pronto eran jalados por el desierto y se iban sin rumbo: Jicuri les estaba hablando.

Tenia miedo de perderme, de no ver por mi condición de miope, Recuerdo al Alberto girando con la cara al cielo, y dejándose caer luego en el suelo con la cara para arribo, sus risas, su alegría.


Recuerdo, que yo miraba una estrella y ella se acercaba hasta mi ojo, hasta estar cerca de mi. La visión no era la normal.
Mis miedos me llevaron a tomar el lugar del Hombre del fuego.

Ya en la tarde entre todos habíamos acercado mucha leña.

Solo había que estar ahí para no dejar que el fuego se apagara. Ahí me quede, cuidando el fuego, cuidándome de mis miedos.


Uno a uno, se fueron caminar mis amigos, cada uno tenia su propio viaje. La mayoría regreso casi al amanecer, algunos fueron y vinieron pronto, el Papo regreso muy de mañana.


El viaje mio era mirar el fuego, me fui en las pavesas.

Según yo, casi no vi nada, mi viaje no fue visual, mi viaje fue espiritual. Esa noche algo cambio mi vida.

Algo se movio dentro de mi y no supe que era, solo ya no tenia esa oquedad que me torturo siempre, solo se fue y no supe como.

Mi coneccion con Dios, con el todo, con lo divino, con Pachamama, con Jicuri, con lo que haya sido me ayudo a cortar los lazos mentales que me ataban a la familia física y de la sociedad, esos que me regañaban, por fin era yo el dueño de mis desiciones, por fin no sentía culpa.

Se había roto el lazo invisible que me ataba a alguien, a algo, ya no mas cadenas.

Libre ¡


Al menos un momento lo experimente

Este grupo se desintegro hasta el dia martes, en la tarde que sali para Los catorce.

Volvi a comer Jicuri el lunes, no dormi para nada, me la pase alimentando el fuego, tenia mucho frio.

Todo el tiempo tome tepeyote y fume peyote brujo que dicen que da mal viaje comido. Todos esos días comimos elotes, tortillas con sal, tomamos café y fumamos mucho o lo que había.


El lunes para amanecer martes, me dormi temprano, hizo un frio de su madre.

El martes por fin me lave la cabeza, no me había lavado ni bañado desde que sali el dos de octubre de Salina Cruz, Oaxaca.

Ese dia le dije a Javier que ya nos viniéramos, no quizo. Ya en la tarde, de pronto se le prendió y vámonos, por el camino yo venia sacado de onda con el.


Al pasar un cerco, que es el único en el camino cerca del vernalejo , me Sali del camino y fui hacer mis necesidades, estaba sentado cuando mire en el suelo un Chuzo (punta de flecha ) hecho con un material de color blanco, el primero que yo encontraba. Era el regalo del desierto para mi.

Al levantarme observe mi calabaza y tenia dos colores uno verde Jicuri y el otro de color amarillo fuchi. El viaje estaba terminado, por el momento.


Ya para llegar a Wadley alcanzamos a Yolanda y Cesar, también se juntaron unos compas que eran de Puebla, Toño, Gustavo y otro. El Toño bien buena onda, me invito 3 bolillos, era mi sueño al regresar al pueblo.


Nos dormimos en la casa de doña Pancha, en la mañana, le di hice algunos llaveros para sus hijos.

Como a las 9 y media, el Javier y yo nos dirigimos con todas nuestras cosas para Los Catorce.

Pasamos por una pista aérea inhabilitada, luego un pueblo y por ultimo el pueblo de Carretas.


Por fin llegamos a Los Catorce, nunca había caminado tanto, con tanta carga.

En la magia del viaje , me encontré por el camino tres aguacates y un platano. En Carretas se rompió el tirante de mi mochila. No tenemos ni un peso.


Llegamos a Los Catorce, a la casa de “ la familia arcoíris”. Encontré y por fin conoci al tan mencionado Lalo rasta, a la July, Waye, Lucas, Juanito y Toño.


Es una casa de adobe, como todas las de estos lugares. Nos refinamos un botanon bien rico.

Me toco baño ¡


En una cueva, en lo alto del cerro. Estaba como agua de hielera y con viento.

Que frio y que loco baño. Me acompañaron Lucas y Juanillo. Dijo Lucas – te hace falta un buen baño. Yo sabia que siy además lo deseaba, pero con ese frio, verdad buena que fue un martirio.

En la noche hice dos collares y una pulsera.

El jueves 12 me fui con Juan y Lucas a Real de Catorce. Nos fuimos en un jeep de esos viejos, que por cierto son el único medio de transporte publico en estos pueblos.

La subida a la montaña fue toda una aventura.

La brecha es muy angosta y el voladero muy alto.


Por fin llegamos a Real ¡


Es de todos, el pueblo mas grande que he visitado.

Había un chingo de gente, vendedores y puestos. Esta acabando la feria o las fiestas de San Panchito, creo terminan el domingo.

Mucho turismo viene de Monterrey, Saltillo, Matehuala y esos rumbos del norte de Mexico.

Nos instalamos en una esquina del parquesito, ahí estaba toda la banda viajera.

Conoci a Gloria, Erik su esposo, Ariane de Alemania, Cristobal el que hace la cerámica de Real y otro bonche de artesanos.
Vendi bien, como 150 pesos, compre cerámicas y despensa.

Me hice el loco y, en plan con maña, regale las flores de liz caladas y llaveros, a la banda.

Resultado, Ariane me regalo una resina con Opalo, alambre calibre 22 y laton también del 22, Gloria me rolo dos turquesas y cuatro cuarzos, otro me rolo una pipa con piel de cascabel y un caracol, otro me rolo un Ambar y Cristobal me roloun poco de cerámica y unos cuarzos.


En la noche nos regresamos a Los Catorce, tenia mucho miedo, comprendi que estaba en un lugar muy aislado del mundo, me dio miedo que el jeep cayera al barranco y pensé en la ayuda, en lo lejos que estaba, pensé en mi Padre, en Aide, en Isabel, en Ivan.


No me gustaría morir asi, bueno, ya Dios dira –pense- y la luna aun no salía, estaba muy obscuro.


Llegamos a Los Catorce, ahí a orilla de camino estaban Waye y Berni, van para San Luis, van para estación Catorce a tomar el tren, se van en el jeep que nos deja a nosotros.

Nos dicen que July, Lalo y Toño ya salieron rumbo a Saltillo.


Del camino a la casa, la pura confrontada con mi ceguera.

Camine a ciegas, a 15 o 20 metros no veía juanillo, que era el mas cercano.


Esa noche decidi dejar a la banda.

En la mañana salimos Lucas, Juan y yo, con destino a estación Catorce. El plan es que ellos se van a internar al desierto y yo voy para San Luis.


Llegamos a estación Catorce, se tardaron en sus compras, el tren ya estaba andando, quise subir al tren pero llevaba mucha carga y no deseaba un accidente.

Todavía recuerdo la cara de Lucas en la puerta del tren, sacado de onda porque no me subi. Bueno –dije- me siento tonto pero contento.


Fui a buscar autobús y a desayunar.

El próximo y único autobús es para Matehuala, mi salida es a las 11:00 a.m.


Llegue a Matehuala, me baje en un parquecito, cerca del centro.

Me siento una persona distinta, me oigo hablandole a las personas y me siento diferente, muy tranquilo, mi vibra es muy positiva.

Ya no escucho a las personas de ”la tienda “, es como entender que el desierto y Jicuri, me cambiaron.


Camino una media cuadra y encuentro una tapicería, pido por favor que me reparen mi mochila, les digo que pagare con llaveros. Luego luego me empiezan a costurar la mochila, no quieren que pague pero yo me aferro, Jesus y Apolinar son bien buena onda, dice Jesus -somos los mismos-


Me voy a la Comex a comprar un spray, vale 14.00 pesos.

Me dirijo al parque que esta frente a la iglesia , le pregunto a un señor por los artesanos y por un lugar donde vender y … sorpresa ¡es el inspector de los vendedores.

Se porta buena onda y me manda frente a la tienda Chalita


26 de Junio del 2010


La historia continua con datos de venta , termina con una nota :”ayer también me encontré aquí a Bradley, lo conoci en Real.

Esta caro el nescafe, vale dos pesos”.han pasado 15 años desde mi primer ida al desierto y de mi experiencia con ”el venadito”. Jicuri cambio mi vida o es un punto de referencia, en que mi vida dio un giro en mi manera de sentir, de pensar y de actuar.


Hoy muchas de las personas que conoci en ese lugar aun están en mi vida y son muy importantes para mi.


La historia continua, aun sigo viajando y en ocasiones tengo flash back y vuelvo a caminar con el pasito y Jicuri en mi, aun cuando no lo he comido.


Bendiciones a todos los que peyotero apuestan su razón en esta vida de locura.

1 comentario:

  1. Hola, en próximos días emprenderé el viaje hacia Real. Tu relato me resulta ameno e inspirador para todos aquellos que a pesar de las adversidades, vamos en busca de conocimiento, gracias.

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