Jorge Chicati Copyright

viernes, 22 de junio de 2012

pescar


Abrir los ojos y olvidar dar gracias.
En la mente; la lucha por recuperar lo físico de ese mundo mágico llamado sueño.

En hora de levantarse. Caminar en este espacio tan conocido, tan diariamente visto. En este espacio, que con una puerta,  separa el mundo de mi mundo.

Soy dueño de mi tiempo, aunque mayormente El decide el camino. Uno nunca sabe cuando ni donde.

El cielo siempre gris, el color de las nubes, el color de la brisa, el color de la neblina.

Casi siempre amanece alguna de ellas, algunas veces el azul intenso se deja ver en toda su magnitud. Atrás de ese gris, como si estuviera cuidado tras una engañosa trampa triste y gris.

Nubes, brisa, neblina, aquí aprendi a disfrutarlas.

 Aquí  aprendi que el color gris es el mas triste de todos los colores, aquí aprendi a ponerle unos toques de naranja, a ponerle algo de alegría, a sentir el calor de ese color dentro de mi ser.

Por la pequeña ventana del baño, checo la luz del dia, siento el clima y recuerdo ponerme la chamarra.

Hoy es dia de pesca, dia de ir a el faro Beach. Dia de ir a la bocana del estero. Dia de seguir pensando en ese momento en que se prenda uno grande, en “el tiro” que hay que aventarse, en el momento de luchar por sacarlo, de poner en practica todo para que no reviente la piola, para que no se atore en la piedras.

Un lenguado de 10 kilos ¡
Siempre voy por el de 10 kilos.

Voy por el que me de el jefe. Son para comer.

 Algo dentro de mi, me hace mirar el mundo desde arriba. Algo me dice que debo cuidar las riquezas de todos, aunque algún dia alguien las administrara y entonces será síntoma de que ya no hay.

Acabamos con los arboles, con los animales, con todo.

Me gusta ir a pescar, se que ahí me alimento en todos los sentidos.
Ir a pescar es mas que ir a agarrar pescados.
Ir a pescar es acercarse al gran océano.
Es acercarse a algo muy muy grande y que se puede tocar, como el universo.

Todo lejos de las cosas humanas, lo mas natural posible.



Cada uno lleva una mochila en la espalda, yo llevo la mia, con el equipo de pesca, dentro de una especie de porta palos de golf, llevo las tres cañas y un. improvisado pero muy resistente gancho. El gancho es un anzuelo grande para tiburón y un palo de escoba de origen chino que resulto ser bambu forado,

 Ching Wong ¡

Las calles están solas, la vida inicia a las nueve de la mañana, es el horario comercial.  Es el centro de Ensenada. Miramar  y Juarez.  Los micros rojos y amarillos están en ese cruce, los Vigia y Brisa están a menos de una cuadra.

Tomamos un viejo micro rojo,  que cobra 10 pesos, es el transporte mas caro de mexico. Algo anda mal como para que roben tanto, algo están haciendo mal que no les alcanza con las tarifas bajas que hay en otras ciudades, donde las rutas son mas largas y los buses son al mas nuevos.

Que importa que estén todos rayados, quien no ha escrito en el muro de alguien, al menos en su face.

Ahí vamos camino a Chapultepec. Recargo la cabeza hacia tras, mientras bajo mi espalda y subo las rodillas en el asiento de adelante. Aun puedo dormir un rato. Observo  otro monumento a “tata Lazaro” , le sigue uno a Juarez, hace falta alguno o varios monumentos en esta larga “transpeninsular. Hay mucho “jijo de la chingada” en el gobierno.

Sigo aventando piedras y tratando de olvidar que un dia fui un hijo…de Dios. Sigo mirando la paja ajena. El mundo es un gran espejo en donde me puedo ver, tal cual soy.

A veces voy como “entresueño”, sentado en aquel asiento de hasta atrás, rebotando, intentando conservar el equilibrio. En la paradas abro los ojos veo la UABC, veo colores amarillo y verde. Ahí se esta cocinando el futuro. Me da gusto, me siento parte de eso.

El camino es largo, Ensenada es una ciudad que sigue creciendo, tratando de alcanzar la carretera que la cruza.


Sigue la unidad de gobierno y el Cipres. En el Cipres están los guachos.
Los contaminaron, ya se pasan de lanzas, ya se les acabo esa humildad y ese don de gente que tenían.


Mexico, te estas cayendo a pedazos, como si un bicho te comiera todo, es tiempo de mudar, es tiempo de sacudirse todo y salir adelante. En cada uno comienza un interés cada vez mas fuerte hacia lo chido, hacia el respeto; al menos de las leyes, sin importar si son buenas o son malas, de eso luego hablamos.

Fuera mascaras ¡
Para empezar les pagas con tus impuestos, viven de ti, de todos.
Ellos manejan el dinero que pagas porque en un papel diga tu nombre, porque diga que existes, pagas por todo, pagas por vivir, pagas por morir. Porque te entierren igual que a los otros.  No te escapas, no te dejan enterrar en otros lados.


Pagas por enojarte, cada que ves el descaro, el minimo respeto a las reglas de juego, la gran competencia entre lo peor de lo peor.

Son tiempo de elegir. Las ratas se están acomodando, la mayoría solo cambia de oficina. Ya vendieron todo el petróleo, ya regalaron todo a sus amigos, a sus familias. Siempre están buscando como mantenernos la mente tonta…muchas veces lo logran.

Tiene dos televisoras a su servicio.

Sigue habiendo muchas necesidades, también muchas balas, mucho dinero se gana o se pierde fácilmente.


En ensenada, ya no hay aeropuerto, los guachos se lo agandallaron.
 Es tierra de mexico, es de los mexicanos, que no se les olvide.


Me pongo a pensar mal y me pregunto:
Cuantos generales hay en las cárceles por estar en esos rollos no muy chidos?

El bus se detiene mas alla de la gran barda dentro de la cual esta la pista de aterrizaje. El chofer tiene que pasar una tarjeta en un reloj que seguro atrapa sus sueños convirtiéndolos en pequeñas y ruidosas agujas y dentro, muy dentro: unos engranes que giran y giran, moviendo números que se entintaran y darán la hora y los minutos sobre una tarjeta cuya respuesta esta en el pie derecho del chofer.

Por fin entramos a Chapultepec, por lo general, algunos estudiante y nosotros somos los últimos.

Nos bajamos para caminar hasta llegar a …los sonidos de los pajaros, muchos cantos de aves, algunas tuzas corren al vernos, se meten a hoyos en la tierra y asoman sus cabezas.
Algunos caballos están ahí. Caballos que ya no cargan turistas, ya tiene rato que esto dejo de ser un lugar de turismo.los hoteles siguen ahí,

Los caballos, los sonidos de las aves, las tuzas, el olor a mar, los colores en las muchas flores, los colores en el cielo.

Cruzamos la pluma de entrada del hotel El Faro Beach. Ellos si respetan la ley y siguen dando el derecho de pejae, tal cual debe de. Mil gracias por ser de esos pocos. No como todos aquellos gandallas que creen que las playas son privadas.


El piso esta empredrado, esas son las calles de aquel conjunto de casas o habitaciones en donde las personas pueden venir a pasar unos días cerca del mar. Son como pequeñas calles.

 Esta solo, casi siempre esta solo. En la caseta el guardia y algunas veces los dueños . es un buen lugar para estar pegado a ese mar.


 Llegamos al mar ¡

La marea a estado pegando fuerte en las noches, se ve hasta donde subió anoche. Alla, se ven dos personas. Para alla vamos, que bueno que no hay mucha gente, vengo huyendo, soy un ermitaño urbano.

Siento la arena, siento hundirse mis pies, siento lo húmedo de la playa.

Las olas vienes y se acercan, algunas olas pequeñas se alargan hasta entrar a la  primer escollera, de la que ya no quedan muchas piedras. Aun se descubre algunas para recordarnos que la corriente va fuerte y cruzarla requiere de mas trabajo.


Las piedras no son muy grandes, ni grandes, mas bien son pequeñas comparadas con las que sirvieron para las escolleras del puerto.


Ya cada uno sabe que hay que hacer, la noche anterior hemos checado el equipo juntos.
Ponemos los tubos de pvc asegurándonos de que no se muevan o se caigan con el jalon de un buen pez. Luego se llevan las cañas y no las regresan.

Hace frio, casi siempre hace frio en la mañana, la brisa que provocan las olas al chocar con las piedras, hace que se sienta mas, el agua siempre esta fría.

Tiraremos desde arriba, a veces se puede evitar el mojarse.
A veces aunque pocas, me quiero mojar.


Me armo la caña, aseguro el carrete y guio la punta de la piola por cada uno de los aros guias hasta pasar por el puntero.

El aro mas pequeño, el que recibirá el primer mensaje de que el pez, esta comiendo.

Ya están sobre la barda de piedras, los recipientes plásticos en los que guardamos: las plomadas, los anzuelos, los curricanes, algunos destorcedores y seguro.
También sacamos y listas para usarse: las carnadas y una cuchilla. De carnada traemos anchobeta que compramos ayer en el Mercado Negro. Las cubri con mucha sal. Se ven bien. Buena carnada.

Aseguro primero la plomada de 4 onzas y luego los anzuelos.
Escojo una buena carnada y la coloco pasándola dos veces por el anzuelo. Que quede lo mas segura y lo menos visible el anzuelo.

Levanto la caña, aseguro con el dedo la piola y quito el seguro. Lo checo dos veces. Me acerco a la orilla y lanzo girando el cuerpo y estirando los brazos.

Se trata de llegar lejos, como si alla estuvieran los peces grandes.

Vamos por los grandes ¡

Esperar, solo queda esperar y algunas veces…imaginar el gran pez del viejo.

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