Jorge Chicati Copyright

lunes, 7 de noviembre de 2011

amar es a veces una pesadilla

el silencio que dice tanto,
el infierno de la espera, que va matando.
no hay palabras, no hay mensajes, no hay nada, excepto un profundo vacio en el que voy cayendo, mientras las serpientes en el fondo, estiran sus cabezas, intentando alcanzarme para ser devorado en aquel agujero negro, de un cariño que mata.

pobre corazon que se equivoca, que pretende confundir la realidad con lo deseado.

me alejo de ella, solo para alargar el lazo que me sigue atando a un aroma lleno de feromonas de mujer bonita que ni siquiera son de ella, pues en la resequeda que dan los años, tambien se le ha secado el liquido que lubrica la entrada al cielo.
sus labios desquebrajados ya no desean ni un beso mas. estan muertos como su corazon.
sus labios solo se mueven para gritar su odio a los hombres que la han lastimado.
estoy pagando con ella, todo el daño que hice a otras. es la ley del equilibrio y con el tambien llegan los intereses por tantas deudas.
hoy ya no hay sonrisas, solo coraje y odio.

me aferro a creer que estoy equivocado, a pensar que el mal pensado soy yo, pero se que es cierto, a ella solo le interesa hacer daño. le gusta hacer sufrir.

al menos yo no me dare mas dolor, dejare que siga disfrutando de su venganza, que sacie su sed de lastimar, de dañar, hasta que un dia se de cuenta que ha matado al ser que soy.

hoy no deseo vivir sin ella pero tampoco deseo morir por mi mano. hoy cerrare mis ojos y solo no estare.

no buscare consuelo en otros labios ni en otro cuerpo, yo solo quiero a una; a la bruja que se robo mis alegrias y mis sonrisas.

hoy pedire la muerte a mi dios, tal vez el sea piadoso y me de la dicha de quitarme este dolor que me esta matando tan lenta y dolorosamente.

ojala y mis ruegos sean escuchados y mañana mis ojos ya no se abran nunca, asi sentire que le he dado la dicha de verse triunfadora, que sienta que al menos le gano a este terco corazon tan estupido, que la sigue queriendo.

matenme o despierteme, porque esta pesadilla no puede seguir.

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