Jorge Chicati Copyright

sábado, 25 de septiembre de 2010

mi minuto de conspiracion

ensenada, b.c. a sabado 25 de sept. del 2010 + o - 10:30 a.m.

me cuestan los datos del aqui y del ahora. estoy en el taller , aqui duermo, aun estoy en la cobijas.
me cuesta apagar todo lo que se alimenta de electricidad.
me cuesta robarme este minuto de conspiracion, en que me observo a mi mismo.

el reloj sigue conectado a las baterias, escucho su tic- tac, incansable, infinito, es el sonido del tiempo cuyos sonidos son todos los que hay.

por la mañana se oian las cornetas o como se llamen, del barco grande, del esperado, del crucero.

el edificio esta silencio y sin embargo lo atraviezan los muchos sonidos de la calle, hay muchos ruidos que viene de alla. carros que pasan, voces, movimiento de cosas.

solo estoy sentado, mirando mi mano y la punta de la pluma , ir formando letras de color azul sobre la hoja de la libreta.

es agradable tomarse este momento,
es agradable estar aqui y sentir las cobijas dando calor a mi ser,
es agradable estar solo y quitarse las caretas,
es agradable entrar al maravillosos mundo de conocerme a mi mismo, de mirar por un momento el baul de todas las caretas del mundo , saber que me pertenecen y que yo soy el actor . un actor muy pendejo , acaso, tal vez solo estoy en el escenario de la vida por pura casualidad.

mi escenario es el de una bola de ideas cercanas al real concepto de papacha mama moviendose en el espacio y yo estoy sentado en alguna parte de esa bola que se mueve, escuchando el tic-tac mecanico de algo llamado reloj, que pretende medir el tiempo.

los sonidos no son claros, viene de una bruma que cuenta historias para quienes conocen el lugar.

me gusta estar solo y llevar mi ritmo.
saboreo un datil y la mente me lleva a un camino en mulege.
mi mente va a todos los desiertos y los datiles son un manjar de los dioses perdidos en la historia.

ya no estoy en las cobijas, es dificil ser un hermitaño urbano y vivir en el "colectivo artesanal el bajio".

" el personal de guadalajara" -me dice- nosotros somos los marranos, mientras veo que ya termine la limpieza en el taller.

hoy es dia de pintar, hoy el bulebar nos espera. solo por hoy - me digo- una vez mas, solo por hoy y te doy las gracias por este dia.

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