Jorge Chicati Copyright

viernes, 27 de mayo de 2011

la noche oscura

Caer, caer, caer… nada importa, todo pierde su valor. Soy mi enemigo.

No tengo deseos de estar conectado a la vida, hoy deseo desconectarme. Dejo de meter energia a mi ser, gasto la que hay, pretendo salir con ella e irme.

No se a donde, solo ya no quiero estar aquí.

Dar la vuelta a la hoja de la vida y dejarse caer; sin sentido y sin razon.

Siempre regresa, siempre vuelve, es como las olas del mar, siempre regresan, son las “noches oscuras”.

Ahí esta la noche oscura, marcando un limite, sirviendo de tenue aviso de lo que hay mas alla despues de cruzar esa linea.

Nada importa, solo quitar ese vacio que lastima.
Poco a poco me voy destruyendo, cayendo en mi vacio, lastimandome, golpeandome contra mi mismo.

Buscando el calor de mi sangre, no hay nada, solo una vacio, una infinita insatisfaccion que pareciera no llenarse con nada.

Ahí estan en el revolcadero, siempre han estado ahí, llenas de espuma como hocicos de perros rabiosos, siempre han estado ahí: las insatisfacciones, las frustraciones, los “no puedo”, todos los “no’s”; siempre han estado ahí, esperando este hoy.

Son como olas de un mar embravecido.
Son las olas tempestuosas de mis emociones, me vienen encima con todo lo negativo que he guardado dentro de mi.

Las escolleras han sido rebasadas, ya nada detiene esta “noche oscura”, esta etapa donde yo acelero mi crecimiento o donde muero en alguna trampa de mi mente.

"Siempre la misma rutina, siempre lo mismo. Caminar y caminar, siempre lo mismo. De la casa al trabajo y del trabajo a la casa. Siempre la misma rutina, siempre lo mismo".

Otra vez el loco de la playa, otra vez las estrellas escondidas, otras vez ese miedo febril, la respiracion agitada, los ojos avidos de ver, la fuerza mas alla de lo normal.

El cuerpo tiembla, los dientes se aprietan como si entre ellos se encontrara el interruptor de esta escena de soledad, esta escena donde el hombre pelea por vivir, mientras dios le muestra la fuerza descomunal de la naturaleza.

La lucha es adentro muy adentro de aquel; que ya fue vomitado por el mar, mas de una vez; aquel que pide respuestas a su existir.

“…en el dia tejia ilusiones, en la noche las desbarataba…”

Aire agitando los cabellos, nubes negras, truenos, fuerte rugir de mar, cuerpo humedo y desnudo; y soledad, mucha soledad acumulada en los fantasmas creados por aquel anajenado, por aquel loco desnudo que corre frente a las olas del mar de sus emociones.

Es la noche, el sol se ha alejado para no ser testigo ni complice de esta catartica tempestad. Es la comunion del ser con su naturaleza perfectamente-imperfecta e imperfectamente-perfecta.

“todo dia trae una noche”

Cada grito, es mas fuerte que el anterior. Cada vez sus gritos son mas claros. Tiene muchos años gritando. Cuando las marejadas estan a su maximo nivel, viene a la playa y grita. cada vez grita mas fuerte.
Se ha alejado del mundo, vive solo, como hermitaño; para que nadie interrumpa el dialogo que cree sostener con su creador.

En su mente los pensamientos tienen colores y tamaños, en su mente todo esto tambien se ha vuelto una rutina.

Sabe que si hoy no llega su final, mañana estara caminando desnudo, frente a un mar tranquilo y con mucho sol, se burlara de los ausentes, de los que no supieron disfrutar del regalo del dios de su locura y, caminara frente a ellos como un zombi, repitiendo siempre el mismo estribillo.

“Siempre la misma rutina, caminar y caminar, siempre lo mismo, siempre la misma rutina”.

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